De la forma más dramática posible, México consiguió el Campeonato Sub 20 de la Concacaf al derrotar 2-1 a Estados Unidos, partido que se definió en tiempo de reposición de la prórroga.

Se acabó así el reinado estadounidense luego de su tricampeonato, cuando faltaban sólo segundos para que el Tricolor perdiera la Final en el Estadio Nou Camp, en donde hubo tanta impotencia que la gente profirió 12 veces el grito homofóbico sin que hubiera una sola llamada de atención.

El gol del título cayó a segundos de los penales, al 120’+2’, con un cabezazo del central Diego Ochoa, de lo más destacado del partido por su ubicación en la defensiva y su eficacia en los remates de cabeza a la ofensiva, como ese que se coló al ángulo superior izquierdo, como alguno en el primer tiempo en el que el portero estadounidense tuvo una gran atajada.

“Muchos huevos, los huevos del equipo, estuvimos en el torneo muchas veces abajo en el marcador y este equipo tiene unos huevotes”, dijo Ochoa, autor del gol, a TUDN.

Los estadounidenses estaban fúricos contra el árbitro por el tiempo de reposición, pero lo cierto es que fueron superados absolutamente: México presumió 37 remates contra apenas 6 de Estados Unidos.

Lo dramático era que los estadounidenses ganaban con un golazo de Nimfasha Berchimas al 52’.

Cuando el Tricolor más presionaba al rival, Berchimas tiró de larga distancia y guardó el balón en el ángulo superior izquierdo del equipo mexicano, un balde de agua fría.

Peor fue cuando el VAR intervino para que se anulara el gol de Stephano Carrillo, al 68’, debido a un milimétrico fuera de lugar del central Diego Ochoa.

El Tricolor había agobiado por los desbordes por izquierda del carrilero Diego “Chicha” Sánchez, con lo bien que trabajaron la banda derecha Amaury Morales y Heriberto Jurado, con el peso ofensivo de Stephano, la habilidad de Yael Padilla, pero nada de eso sirvió para ganar el título del Campeonato Sub 20 de la Concacaf.

El árbitro dio cinco minutos de reposición, pero Estados Unidos no dejó de perder tiempo.

Agregó dos más y justo ahí llegó el empate, también con un golazo de Mateo Levy, en un remate de cabeza a centro de Yael Padilla, el gol que rayó en lo milagroso, el tanto que obligó a la prórroga, en donde México habría de conseguir el título.