Diablos Rojos Femenil son las nuevas reinas de la Liga Mexicana de Softbol.
Al grito de ‘Vivir y morir jugando beisbol y softbol’, la novena escarlata prendió el Diamante de Fuego para llevarse el tercer juego de la Serie de la Reina por pizarra de 5-0 ante Sultanes Femenil.
Dejar para mañana o para el domingo la culminación de la primera misión no era opción, así que frente a los más de 12 mil 424 fanáticos en el Estadio Alfredo Harp Helú los maderos tronaron.
Jazmyn Jackson llegó inspirada tras recibir un sombrero de parte de Grupo Firme -quienes cantan el tema ‘Qué onda, perdida’ la cual usa para batear- y accionó el gatillo para conectar dos jonrones y un imparable que le supo a gloria.
No fue la única.
El poder mexicano se sintió con el cañonazo de Stefanía Aradillas que sacudió a las regias.
“Fue increíble verlas. Grité y hasta lloré de la emoción con ese jonrón de Jazz y más con el de Steffy porque sabemos lo que significa para ellas, para todas y para nosotros como aficionados”, dijo Karen Ramos.
En el día, quizás más importante, la mánager Denisse Fuenmayor le dio la confianza a Yilián Tornés para abrir el tercer juego y la decisión fue la mejor.
La cubana se mantuvo durante 5 innings en los que solo admitió 3 hits, no permitió carreras, dio 3 bases por bolas y recetó 7 chocolates.
En la tercera entrada se puso a prueba el temple de la zurda.
Al otorgarle el pasaporte a McKenzie Clark y después admitir el hit de Soclaina Van Gurp el peligro aumentó, sin embargo, las visitantes desaprovecharon la oportunidad.
Megan Faraimo fue la encargada de sacar los últimos 6 outs, y con toda solidez en el montículo, puso el candado, se reunió con sus compañeras en el centro del campo y celebró.
“Ponche, Ponche”, fue el último cántico que salió de la afición para cerrar una temporada de ensueño.