FRENTE AL PUEBLA
Cruz Azul le cuesta mucho hacer goles de visitante, es un equipo que domina a los rivales pero que al momento de estar frente al arco del rival carece de puntería.
Con esos antecedentes, contra Puebla consiguió un triunfo de milagro de 1-0, gracias a un penal sobre la hora que convirtió Uriel Antuna para dormir en el tercer puesto de la clasificación, aunque empatado en 29 puntos con Toluca y América.
Un gol de Antuna le dio el triunfo a Cruz Azul Un penal fue la manera en la que los tres puntos se quedaron en la bolsa de los celestes, un justo premio porque fue el equipo que más intentó sobre el terreno de juego y que de no ser por su mala puntería el marcador habría sido más abultado.
Reviven foto de Henry Martín en un concierto durante su adolescencia Pasan y pasan los encuentros y la Máquina extraña cada día más al Toro Fernández, el uruguayo que llegó como eje de ataque, pero que se lesionó de la rodilla muy temprano en el torneo y eso le ha pasado factura en juegos como el de esta noche donde no supieron hacer goles.
En el primer tiempo los celeste pudieron hacer hasta tres goles, pero la puntería no estuvo nada fina en la escuadra de Anselmi, estratega que ha ido moviendo su esquema para poder hacer que su equipo sume puntos y vuelva a los primeros lugares, como ahora ocurre, ya que sólo están por detrás de Toluca y América por diferencia de goles.
Carlos Rotondi fue el jugador más peligroso de los celestes, el argentino se cansó de intentar hacer daño al arco de la Araña Rodríguez, quien se lució con algunas atajadas.
En el complemento la dinámica del partido fue la misma, la propuesta de los celestes era ir al frente, pero sin tener suerte frente al marco de los poblanos.
La Franja intentó reaccionar por lapsos del juego pero tuvo enfrente a Kevin Mier, el arquero colombiano hizo muestra de porque es visto en cla Premier League.
Cuando el partido estaba por terminar, el VAR .
le llamó a Katia Itzel, árbitra del partido, para ver una mano dentro del área poblana y decretar la pena máxima que fue cobrada de manera magistral por Uriel Antuna para así decretar el segundo triunfo consecutivo de la Máquina.