Varias organizaciones, entre ellas Human Rights Watch y Amnistía Internacional, calificaron este martes de “engañosa” una evaluación independiente sobre derechos humanos de la candidatura de Arabia Saudita para el Mundial 2034.
El informe, del despacho de abogados AS&H Clifford Chance en Riad, la capital saudita, ignora los estándares fundamentales en materia de respeto de los derechos humanos, como La carta internacional de derechos humanos, advirtieron once organizaciones no gubernamentales (ONG) en un comunicado conjunto.
El documento, integrado a la candidatura saudita y publicado en la página de internet de la FIFA, emplea de forma “selectiva” evaluaciones de la ONU y se realizó sin consultar a interlocutores externos creíbles, como especialistas de derechos humanos sauditas, afirman las oenegés.
La evaluación fue redactada en el marco de la candidatura saudita a la organización del Mundial de futbol de 2034.
La FIFA anunciará su decisión en diciembre y el país del Golfo es el único candidato.
Requerido por AFP, un vocero de la FIFA subrayó que ese informe fue solicitado por el comité organizador de la candidatura saudita y no por la FIFA.
El documento se puede leer en la página de la FIFA, pero esta publicará su propia evaluación, con un capítulo dedicado a los derechos humanos, unos días antes de su congreso del 11 de diciembre, añadió el vocero.
Ni AS&H Clifford, ni las autoridades sauditas reaccionaron por el momento a las denuncias de las oenegés, entre las que también figuran FairSquare, Equidem, Football Supporters Europe y el Gulf Centre for Human Rights.
Según el comunicado de las oenegés, la evaluación “no contiene ningún debate sustancial sobre los abusos cometidos en Arabia Saudita, documentados por varias organizaciones de defensa de derechos humanos y organismos de la ONU”.
“La evidente omisión de la perspectiva de partes interesadas externas creíbles no concuerda con las recomendaciones sobre la evaluación de derechos humanos”.
Este factor, “junto a la exclusión de derechos humanos clave reconocidos internacionalmente (...), sirve para crear una perspectiva artificialmente limitada, engañosa y demasiado positiva” sobre la situación de las libertadas civicas en Arabia Saudita.
La cuestión de los derechos humanos, fuente de controversias durante el Mundial de 2022 en el vecino Qatar, podría calentarse en caso de atribución del Mundial 2034 a Arabia Saudita.
El rico país petrolero, que practica la pena de muerte y limita la libertad de expresión, se ve a menudo bajo el foco de las críticas por su balance en materia de respeto a los derechos humanos.
El reino conservador, sede de varios eventos deportivos internacionales, es acusado a menudo de “sportswashing”, el uso del deporte para desviar la atención y lavar su imagen internacional.