*No le pudo ganar el amistoso a Valencia
*Empatan a dos goles en el cuauhtémoc
Los óles contra la Selección Mexicana comenzaron al minuto 65.
Minutos después, los abucheos al portero Raúl Rangel, luego de que el Valencia firmara el 2-2 definitivo en el estadio del Puebla.
La afición no abandonó al Tricolor, como se informó en SanCadilla Reforma.
"Aguirre todavía no tiene lo que está buscando: está buscando su XI, sus cambios, si se tiene que defender o atacar" 🗣️⚽🇲🇽@RicardoLaVolpeG analiza el accionar de la Selección Mexicana tras el empate ante Valencia CF
— Línea de 4 (@Lineade4TUDN) October 13, 2024
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El tema es que la gente está tan sensible con el Tri que castiga duro los errores.
Porque todo parecía festivo cuando Alexis Vega anotó apenas al 8’, de tiro libre, pero después Guillermo Martínez falló un mano a mano y la gente comenzó a impacientarse porque ya a la media hora se escuchaban silbidos de desesperación, acallados por el golazo de Ozziel Herrera, ya que el balón primero visitó el poste izquierdo antes de acariciar la red.
La noche se enturbió cuando César Montes no pudo detener a Daniel Gómez, quien clavó la pelota pegada al poste izquierdo del marco defendido por el “Tala” Rangel, al 41’.
El debutante con el Tricolor, Germán Berterame, desafió al portero rival al 49’, pero este último atajó un potente disparo.
Y después cayó la noche con la pelota qué Daniel Gómez cazó en el área, al 61’, para que otra vez regresaran los demonios que carga Javier Aguirre sin ser plenamente responsable del turbio pasado del Tricolor, pero sin enmendar el camino porque lleva dos empates en tres juegos.
Al 86’, mientras el sonido local advertía que los incondicionales apoyan hasta el final, ya había una desbandada en las gradas porque era evidente el desencanto, porque no bastaba con que Raúl Jiménez ya estuviera en el ataque o que quedaran algunos minutos para ver si el Tricolor rescataba la noche.
Mientras, el sonido local ensordecía a los presentes con el “dale, dale, dale México” en cada despeje del portero rival porque todos, todos saben que el camino más corto al grito homofóbico es la frustración que ya es tan distintiva de la gente cada que ve al Tri de su corazón.
Y el martes, el archirrival Estados Unidos, en la despedida de Andrés Guardado.
Cinco minutos de compensación no bastaron para cambiar la historia: México no es profeta en su tierra. Nuevamente se fue abucheado, ¿cuál es la novedad?