El pentatleta mexicano Emiliano Hernández suplió con el corazón las dos cabezas y los dos cuerpos que le sacan sus rivales para convertirse en un gladiador en París y acariciar la medalla de bronce en su debut olímpico.

Rendido en la pista, desahogaba el llanto.

El tiro carrera definió las medallas, cuatro puntos lo separaron del bronce del italiano Giogio Malan. Emiliano remontó posiciones y consiguió 1532 puntos.

Era el llanto del vencido.

Su esgrima fue de primer nivel, no se intimidó ante gigantones ni con el británico Joseph Choong.

Le ganó al que llegaba como actual campeón olímpico.

A sus rivales, que están cerca del 1.90, les compitió de frente.

Y Emiliano no tendrá su biotipo ni su estatura, pero él redobló su confianza y derrochó energía.

Después de Choong, derribó en los siguientes asaltos al alemán Fabian Liebig, luego al italiano Giorgio Malan, le siguió el húngaro Balazs Szep, el italiano Matteo Cicinelli, el alemán Marvin Dogue y perdió con el egipcio Mohanad Shaban, medallista mundial de bronce.

No es casualidad, el gurú de la esgrima detrás de Emiliano es el húngaro Iván Kovács, una eminencia, con la que ha entrenado en los últimos cinco años. Es su arma secreta desde la equina.

Su esgrima en el Palacio de Versalles como escenario fue ágil y explosiva. Estuvo en Budapest para ver videos y simular son sparrings para simular sus asaltos.

A cada rival se ha dedicado a estudiarlo, sabe si es zurdo o derecho, si se presiona, si sabe montar.

Los analiza junto a su padre Marcelo solo por diversión.

Cuando era niño cuenta su padre Marcelo que sus piernas volaban del caballo por su pequeña estatura.

Hoy salió con Voila D’Iliat, a quien conoció 20 minutos antes, como marcan las reglas del pentatlón. Donde no es previsible es la equitación. Emiliano no monta altura y con repeticiones y saltos de 60 y 80 centímetros disminuye el riesgo.

En dos obstáculos derribó una de las partes, al menos no le sucedió lo del egipcio Mohamad Shaban, que el caballo se frenó y resbaló.

No le respondió Valdary Du Bosdel y fue eliminado solo de esta prueba.

Los equinos franceses fueron los más aplaudidos, en el país tiene una larga tradición con esta disciplina.

Otro rival era el egipcio Ahmed Elgendy, quien salió avante en la equitación con Crystal White Ifce, con el brazo el alto.

Fue el mejor tercer tiempo de su heat en los 200 metros libres después de Choong y el húngaro, estuvo en cada vuelta en el grupo puntero.

A través de videos es como ha aprendido a nadar no como pentatleta sino como si fuera exclusivamente nadador olímpico, era la única manera.

RÉCORD MUNDIAL 

El vencedor de la prueba, Ahmed Elgendy, se adjudicó el nuevo récord mundial del Pentatlón Moderno al terminar la prueba con 1555 puntos; el egipcio ya había roto la marca olímpica en Semifinales y se va con doble premio con su Oro en el Palacio de Versalles.