La condición de favoritos que rodea a Lionel Messi y al Inter Miami en la etapa decisiva de la temporada de la MLS es inmensa.

Las expectativas son extraordinarias. Cualquier desenlace que no sea levantar el trofeo de campeones de la Liga estadounidense sería considerado como un fiasco.

Después de todo, Miami ha tenido un colosal 2024 en todos los sentidos: conquistó el Supporter’s Shield, con 74 puntos en 34 fechas, la mayor cantidad en la historia de la Liga.

Llevarse ese laurel, que se otorga al mejor equipo de la temporada regular, le significó que la FIFA le concediera el boleto para disputar el primer Mundial de Clubes con 32 participantes el año entrante.

Nutriéndose con otros ex jugadores del Barcelona en el ocaso de sus carreras, como Luis Suárez, Sergio Busquets y Jordi Alba, Miami encabezó la MLS con sus 79 goles.

Pese a que se perdió 15 de los 34 partidos del club debido a lesiones y compromisos con su selección, Messi .

lideró a Miami con 20 goles y 16 asistencias en 19 encuentros.

Pero el astro argentino y el ambicioso proyecto de Miami se encuentran al borde del abismo en los Playoffs.

Todo podría acabar prematuramente este sábado en su estadio de Fort Lauderdale si el club sucumbe ante un Atlanta United que finalizó 34 puntos detrás de Miami en la temporada regular y que se coló a los Playoffs tras cambiar de técnico a mitad de campaña.

“Cuando nosotros estamos bien y no cometemos errores somos el mejor equipo de la liga y quedó demostrado en la temporada regular, pero todo lo que pasó ya está y no sirve de nada”, admitió Federico Redondo, el mediocampista argentino de Miami.

Miami se ha topado con un traicionero formato en los Playoffs y un rival sin complejos.