POR AGRESIÓN SEXUAL
* La Fiscalía de España informó que, bajo una nueva ley sobre consentimiento expreso en las relaciones sexuales que fue aprobada el año pasado, Rubiales se expone a una multa o a una sentencia de prisión de entre uno y cuatro años de ser encontrado culpable
MADRID.- La futbolista Jennifer Hermoso formalizó ante la Fiscalía su denuncia en contra del presidente suspendido de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), Luis Rubiales, por el beso no consentido que éste le dio en la final del mundial femenino, adelantó Eldiario.es y han confirmado fuentes jurídicas a Proceso.
La jugadora formalizó en persona la denuncia ante la teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, pero no lo hizo en la sede de esta institución, sino en instalaciones de la Fiscalía General del Estado, para proteger la privacidad de la víctima.
La declaración de la mundialista era requisito indispensable para que la Fiscalía actúe contra Rubiales a través de una querella que se presentará “a la mayor brevedad posible” ante la Audiencia Nacional, porque los hechos presuntamente constitutivo de delito se produjeron en el extranjero, en este caso en Australia, de acuerdo con las fuentes.
El pasado 28 de agosto, la fiscal Durántez abrió diligencias de investigación en relación a este caso, y acordó dirigirse a la mundialista Jenni Hermoso con el fin de ofrecerle la posibilidad de sumarse al procedimiento formalizando su denuncia pública.
Le daba un plazo de 15 días para que se pusiera en contacto con la Fiscalía de la Audiencia Nacional, para “informarle de sus derechos como víctima de un presunto delito de agresión sexual”.
Presentada la querella corresponderá a alguno de los seis juzgados de instrucción de la Audiencia Nacional, y si el juez advierte indicios de delito, lo admitirá a trámite y el caso en ese caso quedaría judicializado.
Aunque la jugadora pudo haberse puesto en contacto por escrito, decidió hacerlo en persona.
El Código Penal español, en su artículo 191, como lo establece la fiscal Durántez, establece que para proceder por los delitos de agresión sexual y acoso sexual “será precisa denuncia de la persona agraviada, de su representante legal o querella del Ministerio Fiscal, que actuará ponderando los legítimos intereses en presencia”.
Cuando el 28 de agosto la Fiscalía acordó abrir diligencias, Jenni Hermoso no había presentado ninguna denuncia formal contra Rubiales. Sin embargo, sí había emitido un comunicado donde dejaba claro que el beso no fue consentido, que no había sido de su agrado y que se habían puesto en su boca dichos que ella no había pronunciado.
Estos dichos de la mundialista fueron considerados por la Fiscalía como declaraciones “inequívocas”, por eso abría la necesidad de analizar para ver “su trascendencia jurídica”, porque el “acto sexual sufrido” por la víctima “no fue consentido”.
Tanto la Fiscalía General del Estado como la Fiscalía de Madrid tenían sobre la mesa varias denuncias de particulares y asociaciones en contra de Rubiales, pero fue hasta que Jenni Hermoso se pronunció públicamente, el Ministerio Público se decidió a abrir diligencias.