El líder Cruz Azul fue el nuevo verdugo de las Chivas en el Estadio Ciudad de los Deportes.
Una semana después de la derrota en el Clásico Nacional en esta misma cancha, el Guadalajara comprometió su posición en el torneo, al estancarse en 14 puntos luego de perder 1-0, otra vez.
Como si fuera una repetición de las pesadillas del juego ante América, el Rebaño convirtió en héroe a otro portero, Kevin Mier.
Además, como si fuera un dèjá vu, otra vez el gol de la derrota rojiblanca se produjo a balón parado.
Un tiro de esquina al 60’ provocó la euforia en el Estadio Ciudad de los Deportes, ya que el remate machucado de Ignacio Rivero complicó aún más al portero Raúl Rangel. A Nacho lo caracteriza el pundonor y esa es una cualidad que agradece la afición cementera.
Sólo que los fans también valoran el juego a ras de césped que promueve Cruz Azul, en el que el portero Kevin Mier parece más un líbero, pero cuando es requerido responde como al salvar su marco a remates de Armando González (en dos cabezazos), Alan Mozo, Roberto Alvarado y hasta a Ricardo Marín ya en tiempo agregado.
No obstante, el colombiano también tiene la fortuna de todo buen portero, como cuando al 76’ la “Hormiga” González cimbró el travesaño y pese a que el rebote pegó en su cuerpo, alcanzó a reaccionar para evitar la anotación.
Cruz Azul requería ese pundonor de Rivero para pasar el trago amargo de la reciente derrota ante San Luis.
Antes de la anotación, Luis Romo había sido el más peligroso en tres intentos, gracias a su capacidad para pisar el área, más ahora que casi juega como media punta.
Y por si Chivas requería más similitudes con el juego de la semana anterior, en la última jugada Antonio Briseño falló un cabezazo, en la única acción en la que Cruz Azul falló al jugar al fuera de lugar.
La Máquina, ya con 22 puntos, se acerca a la Liguilla, alentada por una afición que todo le celebra al equipo y, especialmente, a Martín Anselmi.