* Los del Cholo Simeone ya son quintos en la tabla, a seis de distancia del líder Girona, aunque con un partido menos
CIUDAD DE MÉXICO.- El Atlético de Madrid mantuvo su buena dinámica, pero sufrió para imponerse 2-0 en el campo del Osasuna, este jueves en el cierre de la 7ª jornada del campeonato español.
Los rojiblancos, que ya habían ganado el domingo en el derbi de la capital contra el Real Madrid, sumaron otros tres puntos con los goles de Antoine Griezmann (20') y Rodrigo Riquelme (80'), antes de recibir al Feyenoord el miércoles en la Champions.
El Atlético de Madrid se colocó a seis puntos del Girona, el sorprendente líder de la Liga, pero con un partido menos que los catalanes.
"Era importante no quedarnos con el partido del Real Madrid y venir aquí a ganar", dijo Griezmann tras el encuentro a DAZN.
Los rojiblancos salieron con ganas de dominar en un partido que los dos equipos acabaron con diez por la roja directa a Ezequiel 'Chimy' Ávila y la expulsión de Álvaro Morata por doble amonestación (85'), tras un doble encontronazo entre ambos.
El Atlético se adelantó cuando Samuel Lino puso un centro al área, al que no llegó Morata, repelió el portero Aitor Fernández y el rechace lo impulsó casi sin ángulo Griezmann a las mallas osasunistas (20').
Tras el tanto el partido empezó a cambiar de cara con un Atlético que, de buscar el dominio y el balón, replegó dejando la iniciativa al Osasuna.
Los locales salieron del descanso más animados, hundiendo en su área al Atlético de Madrid, que empezó a sufrir ante la presión osasunista.
El defensa rojiblanco Mario Hermoso evitó que le llegara un pase peligroso a Aimar Oroz, ante una portería vacía con un Jan Oblak fuera de su marco (62').
El acoso local se transformó en un gol de cabeza de David García (75') anulado por una polémica falta sobre Axel Witsel, muy protestada por los osasunistas.
El árbitro expulsó a Jagoba Arrasate, técnico del Osasuna, al que pareció afectarle el tanto anulado.
El Atlético aprovechó esos momentos de desconcierto del rival para matar el partido en una contra llevada por Lino y rematada por Riquelme (80'), que había entrado por Marcos Llorente (56).
