El alemán Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, anunció este sábado que no aspirará a un tercer mandato en el cargo a partir de 2025, lo que hubiera implicado una modificación de la Carta Olímpica.
“Luego de una profunda deliberación, llegué a la conclusión de que no debía pedir que mi mandato fuese prolongado”, para así “proteger la credibilidad” del movimiento olímpico, declaró emocionado el dirigente en la clausura de la 142ª sesión del COI en París, donde concluirán los Juegos Olímpicos mañana.
El antiguo esgrimista de 70 años, campeón olímpico por equipos en los Juegos de Montreal 1976, recordó que él fue “uno de los promotores” de la limitación de mandatos en una institución sacudida en ocasiones por escándalos de gobernanza.
Cuando resultó elegido en 2013, el bávaro aspiraba a encarnar la renovación del olimpismo -especialmente con unos Juegos menos costosos y más respetuosos con el medio ambiente-, bajo la premisa de “cambiar o ser cambiado”.
“Ese mantra se aplica también a mí mismo”, declaró, antes de verse forzado a detenerse unos instantes, con las lágrimas asomando a sus ojos.
Así pues, el COI elegirá a su sucesor durante su 143ª edición, en Atenas, del 18 al 21 de marzo de 2025, mientras que Bach permanecerá como presidente en funciones hasta junio.
El debate sobre un eventual tercer mandato fue abierto en octubre pasado en Bombay (India) durante la precedente sesión de la instancia, cuando varios miembros del COI pidieron al alemán su continuidad.
Bach se guardó su respuesta, ante las recomendaciones de la comisión de ética de esperar al final de los Juegos de París para no interferir en la competición.
¿EL TIEMPO DE UNA PRESIDENTA EN EL COI?
“Los nuevos tiempos piden nuevos líderes”, dijo el patrón del olimpismo.
El COI no ha sido nunca dirigido por una mujer, pero la arubeña Nicole Hoevertz y la zimbabuense Kirsty Coventry aparecen a menudo entre las favoritas a ocupar algún día el puesto.
Ambas lideran respectivamente la Comisión de Coordinación de los Juegos de 2028 de Los Angeles y de 2032 en Brisbane, dos puestos clave.
El patrón de World Athletics y doble campeón de los 1.500 m, Sebastian Coe, también aparece entre los favoritos, incluso si se ha granjeado enemistades en el mundo olímpico, en especial tras la decisión de premiar económicamente a los medallistas de oro de París-2024 sin haberlo consultado previamente con nadie.
El reto del sucesor de Bach consistirá en continuar ajustando el programa deportivo para rejuvenecer las audiencias, un desafío que afecta a todas las instituciones deportivas.
Tendrá también que abrirse a nuevos territorios para rescatar por ejemplo el interés del subcontinente indio.
El impacto medioambiental de las grandes competiciones internacionales y el impacto en la economía local, cada vez más rechazado por las poblaciones, serán otros de los futuros desafíos para el nuevo presidente.