*Sin precedentes el gran espectáculo
*7 mil atletas de 206 países en la justa Olímpica
Los multicampeones olímpicos Marie-José Perec y Teddy Riner, encendieron el pebetero que dio por inaugurada la justa olímpica, en el ciclo más corto de la historia.
Una larga travesía de 100 años fue la que esperó París para volver a ser sede de unos Juegos Olímpicos por tercera ocasión.
De Zinedine Zidane a Rafael Nadal, de leyenda a superestrella, de Serena Williams a Nadia Comaneci, Carl Lewis, cuatro capitanes en un barco.
Amélie Mauresmo, al exjugador de basquetbol Tony Parker a manos de para triatletas, una cadena de deportistas hasta llegar a Marie-José Perec y Teddy Riner.
Como testigo de la celebración olímpica: la Torre Eiffel.
La joya turística de París posaba estoica, su presencia embellecía la noche pese a la inminente lluvia y a la resignación estoica del público.
La gigantesca torre lucía los aros olímpicos, brillaba con luz propia con Celine Dion, que reservó su voz por cuatro años sin estar en un escenario.
Doscientas cinco delegaciones embarcaron para comenzar la travesía desde el Pont d’Austerlitz con destino final la plaza Trocadero, 6 mil 800 atletas navegaron durante más de dos horas sobre el mítico Sena.
París innovó con la primera ceremonia fuera de un estadio en la historia, cambió el desfile de caminata por un desfile fluvial en embarcaciones, protegidas por cielo, mar y tierra de principio a fin de la ruta ante una inminente amenaza y por la tensión mundial entre guerras.
Desde el tejado de un edificio, un francotirador apuntaba atento hacia el escenario principal donde se desarrolló el protocolo olímpico.
Abajo se encontraba el palco que protagonizaba el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Y desde el tejado del Grand-Palais, Axelle Saint-Cirel interpretó una potente versión del himno nacional francés, La Marsellesa.
Personajes de la realeza, la élite de alta moda como Anna Wintour, artistas, actores, actrices, cantantes de alto nivel como Ariana Grande, exdeportistas como Serena Williams, Michael Phelps o Zinedine Zidane fueron las otras estrellas desde la tribuna.
Entre 320 mil espectadores había una lluvia de estrellas.
París mostró sus distintas caras.
Desde la moda hasta la Revolución Francesa.
En este episodio histórico hicieron referencia a María Antonieta, última reina de Francia, quien murió ejecutada.
Libertad, Igualdad, Fraternidad, fueron malas proclamaciones de la Revolución a las que se le sumaron Deportividad y Sororidad.
Desde Grecia, como la delegación precursora de los Juegos Olímpicos, pasando por el equipo de Refugiados-que por primera vez México tiene representación con el venezolano Edilio Centeno en el tiro deportivo y su hermana y entrenadora, Mariale, quienes se refugiaron en Saltillo después de salir por las represiones de su país.
La delegación mexicana tuvo un paseo sonoro por el Sena.
Marijose Alcalá, presidenta del Comité Olímpico Mexicano, agitó la bandera tricolor como símbolo de apoyo al País, que aporta 109 atletas a los Juegos Olímpicos de París.
Todas las 205 delegaciones campearon el temporal.
La ganadora de Grammy Lady Gaga y la francesa Aya Nakamura dieron el toque artístico.
La versatilidad de Gaga deslumbró a la audiencia con una actuación de cabaret francés.
De 1900 a 1924, un centenario después, 2024.
Siempre nos quedará París.