* El Calor de Cancún les pasó por arriba
* Lamentable presentación en el “Benito Juárez”
Por Miguel Scagno/NOTIVER
Lo que se vivió ayer en el “Benito Juárez” fue una auténtica burla a Veracruz.
Una vergüenza total.
Una humillación en toda la extensión de la palabra.
Y una lamentable presentación de los Halcones Rojos de Veracruz en su casa.
Pero peor aún, una canasta de tres puntos a la historia del basquetbol profesional en Veracruz. Golpe letal a la plaza, a la afición, a la identidad del equipo, a los colores, a la historia.
Y es que Halcones Rojos ayer fue superado en todos los sentidos por el Calor de Cancún por 74-94, un equipo que llegó, ganó, disfrutó y humilló a una quinteta emplumada que no tiene ni pies ni cabeza.
Si el triunfo de Cancún fue por una diferencia de 20 puntos, marcador que pudo extenderse más porque incluso llegó a estar arriba por más de 33 puntos sobre Veracruz, pero tal parece que el coach Pidal aflojó y permitió ese marcador final.
El partido pareció hasta de un nivel llanero en la duela del Benito Juárez. Además, el juego tenía doble atractivo debido a que el dueño de El Calor de Cancún es Roberto Alvarado Rosete, ex dueño de Halcones Rojos y al final Cancún se llevó la partida.
Los Halcones Rojos se vieron erráticos en todos los aspectos: en defensiva, en ofensiva, nada de rebotes, sin un sistema definido, y la victoria conseguida ante Soles de Mexicali una semana atrás fue todo un espejismo y en esta serie en casa vieron su realidad.
Para esta noche se espera que saquen la vergüenza deportiva y al menos rescaten un triunfo en casa; de lo contrario, se estaría escribiendo otra catástrofe en el deporte ráfaga en Veracruz.