*Nada más 4-0 en el estadio “Azulcrema”
*Ahora se medirán a Cruz Azul en cuartos de final
Cuando Álvaro Fidalgo firmó el 4-0 del América sobre las Chivas, hasta el técnico André Jardine pegó un sprint con el resto de los americanistas para celebrar el pase a Cuartos de Final de la Concachampions.
Humillación consumada.
“Llora, llora, llora Rebaño. Llooora, Rebañooo”, dedicó la barra La Monumental a un Guadalajara cuya resistencia se quebró en apenas cinco minutos.
La algarabía de los americanistas ya es todo un Clásico en los últimos años contra Chivas.
Porque en los casi seis años de la gestión de Amaury Vergara al frente del Guadalajara, las Águilas ganaron tres títulos más de Liga, porque hace un año también se impusieron en esta ronda de Concachampions, porque un equipo honra su grandeza mientras el otro mancha su prestigio.
Para la anécdota quedará el autogol de Sebastián Cáceres en la ida (4-1 global) que el canterano azulcrema Ramón Juárez calificó como un chiripazo.
Mientras el martes André Jardine expresaba enérgico que pondrían hasta “huevos”, su homólogo Gerardo Espinoza optaba por la mesura, como mesurado fue su planteamiento en el Estadio Ciudad de los Deportes.
Apenas al minuto 5 Diego Valdés tocó para Brian Rodríguez y este con su gol enloqueció a cada americanista, ante la tibia marca de José Castillo.
A Chivas le había resultado defenderse en los dos anteriores juegos, mas al 45’ un trazo larguísimo de Israel Reyes contó con una recepción prodigiosa de Brian, cuyo centro acabó en un débil rechace de Raúl Rangel y en la anotación de Diego Valdés.
En la primera jugada del complemento, un trazo largo a Brian derivó en la expulsión de Alan Mozo por doble amarilla; la primera amonestación se la ganó por querer ablandar al propio Brian.
Chivas no quería rendirse, pero la inercia lo obligó.
El tercero fue cortesía de Alejandro Zendejas, otra vez a pase de Brian y luego de que Miguel Tapias se durmiera en la marca.
La cuarta anotación fue firmada por Fidalgo, en un fino acarreo y una mejor definición con el balón pegado al poste derecho, para que André Jardine y cada americanista corriera hacia el tiro de esquina a celebrar la humillación de las Chivas.
En Cuartos de Final, América enfrentará a otro viejo cliente, Cruz Azul.