* La votación del presupuesto en el Congreso suele convertirse en un pulso entre los dos partidos hasta que se encuentra una solución en el último minuto
WASHINGTON.- En un discurso pronunciado durante la cena de entrega de premios del Caucus Negro del Congreso, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, arremetió contra lo que describió como "un pequeño grupo de republicanos radicales" que podrían llevar al gobierno a una parálisis presupuestal si no se llega a un acuerdo antes de la fecha límite del 30 de septiembre.
Biden informó a la audiencia que previamente había acordado los gastos del Ejecutivo federal con el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Sin embargo, afirmó que este acuerdo estaba en riesgo debido a la reticencia de algunos miembros del partido republicano a cumplir con lo pactado.
El presidente expresó su preocupación por las posibles consecuencias para el país si el gobierno se queda sin fondos para sus operaciones.
Financiar el gobierno es una de las responsabilidades más básicas del Congreso. Es hora de que los republicanos empiecen a hacer el trabajo para el que los eligió Estados Unidos. Hagámoslo", instó Biden.
Una paralización del gobierno no solo afectaría a cientos de miles de trabajadores de parques federales, museos y otros lugares, sino que también podría tener repercusiones políticas significativas para Biden, quien busca la reelección en 2024.
Además, la Casa Blanca ha insistido en que cualquier proyecto de presupuesto aprobado por el Congreso debe incluir 24 mil millones de dólares en ayuda militar y humanitaria para Ucrania en medio de su conflicto con Rusia.
A pesar de que este plan cuenta con el apoyo de demócratas y republicanos en el Senado, algunos miembros de la Cámara de Representantes se oponen radicalmente.
La votación del presupuesto en el Congreso suele convertirse en un pulso entre los dos partidos, en el que cada uno utiliza la perspectiva de un cierre de los servicios públicos para obtener concesiones del otro, hasta que se encuentra una solución en el último minuto.
La fecha límite del 30 de septiembre se acerca rápidamente, y la incertidumbre sobre el resultado de las negociaciones presupuestarias aumenta, lo que podría tener un impacto significativo en la estabilidad financiera y política de los Estados Unidos.