BREDA, Holanda — Los cafés en dos ciudades holandesas el viernes empezaron a vender cannabis cultivado legalmente como parte de un experimento para regular el comercio de la hierba.
El experimento podría señalar el principio del fin de una anomalía legal: En Holanda, uno puede comprar y vender pequeñas cantidades de marihuana sin temor a la persecución legal, pero el cultivo comercial sigue estando prohibido.
“Esto es verdaderamente un gran paso en la dirección correcta”, dijo Derrick Bergman, presidente de la Unión para la Abolición de la Prohibición del Cannabis, sentado en el café De Baron en la ciudad sureña de Breda.
El ministro de Salud, Ernst Kuipers, visitó la ciudad para poner en marcha la nueva medida. Se considera que el plan, que data de 2017, es una manera de proveer de hierba con “control de calidad” a los cafés —lugares de venta legal de marihuana— y clausurar a los cultivadores ilegales.
Al regular la venta de cannabis, tenemos una visión más precisa del origen de los productos y la calidad”, dijo Kuipers. “Además, podemos informar mejor a los consumidores sobre los efectos y los riesgos para la salud del consumo del cannabis”.
Holanda, una pionera en la despenalización del porro desde la década de 1970, se ha vuelto más conservadora.
Ámsterdam, que desde hace mucho tiempo atrae a los fumadores de porros de todo el mundo, ha cerrado cafés en los últimos años y ha prohibido fumar hierba en las calles adoquinadas de su centro histórico.
En todo el país hay 565 cafés, comparado con unos 2.000 “en su apogeo”, dijo Bergman.
Mientras tanto, otros países del mundo y algunos estados de Estados Unidos han avanzado en la legalización del consumo recreativo del cannabis.
“Por fin recuperamos nuestro pequeño lugar en la escena internacional”, dijo Bergman.
“No es que hayamos regresado plenamente. Es un pequeño experimento”.
El viernes fue el primer día de lo que el gobierno llama el “experimento de la cadena cerrada de cafés”.
Luego de una etapa inicial de seis meses, se extenderá a 11 municipios en todo el país.
“Durante la etapa inicial, cultivadores, dueños de cafés, transportadores y supervisores adquirirán experiencia con la oferta y venta de cannabis regulado y su supervisión, transporte seguro y uso del sistema de rastreo”, indicó el Ministerio de Salud en un comunicado.
Los cafés de Breda y la vecina Tilburg pueden tener como máximo 500 gramos (17,64 onzas) de hierba de cultivos legales en cada momento.