WASHINGTON.- A los estadunidenses les preocupa más que hace unos años que los migrantes que llegan de forma ilegal cometan delitos en el país, un cambio motivado en gran medida por el aumento de la preocupación entre los republicanos, mientras que los demócratas siguen viendo una amplia gama de beneficios de la inmigración, según una nueva encuesta.
El sondeo realizado por The Associated Press y el Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos reveló que un porcentaje considerable de adultos estadunidenses consideran que los inmigrantes contribuyen al crecimiento económicos del país y realizan aportaciones importantes a la cultura de Estados Unidos.
Pero cuando se trata de personas que llegaron al país por los cauces legales, ven menos beneficios que en el pasado y más riesgos importantes.
Alrededor de 4 de cada 10 estadunidenses señalan que cuando los migrantes entran al país de forma legal, es muy beneficioso para las empresas contar con la experiencia de trabajadores cualificados en campos como la ciencia y la tecnología.
Un porcentaje similar, el 38%, apunta también que aportan un beneficio importante al enriquecer la cultura y los valores estadounidenses.
Ambas cifras se redujeron desde 2017, cuando un 59% de los estadounidenses afirmó que los trabajadores migrantes cualificados que llegaban legalmente eran un beneficio importante, y la mitad dijo que ofrecen un beneficio importante al enriquecer la cultura estadounidense.
Además, el porcentaje de estadounidenses que afirman que hay un riesgo importante de que los migrantes que siguieron los cauces legales cometan delitos en Estados Unidos se ha incrementado desde el 19% de 2017 al 32% en la nueva encuesta.
Los republicanos fueron más propensos que los demócratas a decir que la inmigración es un tema importante para ellos a nivel personal, y un 41% sostiene ahora que es un riesgo importante que los migrantes que entraron de forma legal comentan delitos en Estados Unidos, frente al 20% de 2017.
En general, es más probable que los republicanos vean riegos importantes — y menores beneficios — en la inmigración, tanto legal como ilegal, aunque tienden a estar más preocupados por la segunda.
Bob Saunders es un independiente de 64 años de Voorhees, Nueva Jersey.
Desaprueba la actuación del presidente, Joe Biden, en lo relativo a inmigración y seguridad fronteriza y está especialmente preocupado por el número de migrantes que llegan a la frontera sur y que quedan libres en el país.
Destacó que hay diferencias entre la inmigración legal y la ilegal. Para Saunders es importante conocer los antecedentes de quienes ingresan al país y dijo que la inmigración legal contribuye a la economía.
También mencionó que en su familia hay migrantes.
“No es contra la inmigración", afirmó Saunders.
“Es contra la inmigración ilegal".
Muchos republicanos, el 71%, consideran que existe el riesgo de que personas que están en el país sin la documentación apropiada cometan delitos, aunque muchos estudios han demostrado que los migrantes tienen una menor tendencia a los delitos violentos que los ciudadanos nativos.
Un porcentaje aún mayor, el 80%, cree que hay un riesgo importante de que las personas que están en el país sin permiso supongan una carga para los programas de servicios públicos, mientras que a seis de cada 10 republicanos les preocupa que haya un riesgo importante de que se queden con puestos de trabajo estadounidenses, que el crecimiento de su población debilite la identidad estadounidense o que voten de forma ilegal — aunque solo se ha descubierto a una pequeña cantidad de electores sin la ciudadanía.
Amber Pierce, una republicana de 43 años de Milam, Texas, dijo que entiende que muchos migrantes busquen una vida mejor para sus hijos, pero también le preocupa que se conviertan en una carga para los servicios públicos.
Creo que muchos de ellos vienen aquí y obtienen atención médica gratuita y se la quitan a la gente que ha trabajado aquí y son ciudadanos", apuntó Pierce.
“No me parece justo".
Los demócratas, por su parte, son más propensos a ver beneficios en la inmigración, aunque la encuesta determinó que solo la mitad de ellos cree ahora que quienes llegaron sin los permisos necesarios están haciendo contribuciones importantes a las empresas estadounidenses, un descenso de más de 20 puntos porcentuales con respecto a 2017.
Pero son más propensos que los republicanos a decir que la capacidad de la gente de venir desde otras partes del mundo para huir de la violencia o en busca de oportunidades económicas es extremadamente o muy importante para la identidad de Estados Unidos como nación.
“La gente que viene lo hace por una buena razón. Así es como muchos de nosotros llegamos aquí", dijo Amy Wozniak, una demócrata de Greenwood, Indiana.
Wozniak apuntó que las anteriores olas migratorias llegaban desde Europa y ahora vienen de otros países, pero eso no significa que no huyan por motivos justificados, añadiendo que “no todo son drogas y delincuentes”.
También hay división en cuanto al valor de la diversidad: el 83% de los demócratas afirma que la diversidad de la población del país lo hace, al menos moderadamente, más fuerte, frente al 43% de republicanos e independientes.
Los republicanos son más propensos que los demócratas a afirmar que la cultura y el conjunto de valores estadounidenses compartidos son extremadamente o muy importantes para la identidad del país, aunque cerca de la mitad de los demócratas también lo destacan como importante.
Los adultos estadounidenses – especialmente los republicanos — son más propensos a decir que el país ha cambiado de forma significativa debido a los inmigrantes en los últimos cinco años que a decir que los inmigrantes han cambiado su comunidad o su estado.
Alrededor de tres de cada 10 adultos estadounidenses afirman que los inmigrantes han tenido un impacto importante en su comunidad local, y aproximadamente seis de cada 10 aseguran que han tenido un impacto importante en el conjunto del país.
La diferencia entre la percepción del impacto a nivel comunitario y los efectos en el país en su conjunto es especialmente grande entre los republicanos.
Hay cierto acuerdo bipartidista acerca de cómo debe abordarse la inmigración en la frontera con México.
La opción más popular es la contratación de más agentes para la Patrulla Fronteriza, algo que respaldan casi ocho de cada 10 republicanos y cerca de la mitad de los demócratas.
La incorporación de más jueces de inmigración y personal judicial también recibió un respaldo mayoritario en ambos sectores.
Casi la mitad de los estadunidenses apoya reducir el número de personas que pueden solicitar asilo cuando llegan a la frontera, aunque existe una notable división partidista, con más republicanos que demócratas a favor de esta medida.
Levantar un muro — la política estrella del expresidente Donald Trump – es la opción menos popular y más polarizada de las cuatro planteadas.
Alrededor de cuatro de cada 10 se mostraron a favor de la construcción, incluyendo el 77% de los republicanos y apenas el 12% de los demócratas.
Donna Lyon, demócrata independiente de Cortland, Nueva York, cree que un muro no haría mucho para detener a los migrantes.
Pero apoya la contratación de más agentes fronterizos y más jueces para hacer frente a la creciente acumulación de casos en los tribunales especializados.
El Congreso acaba de aprobar fondos para contratar a unos 2.000 agentes más de la Patrulla Fronteriza, pero en lo que va de año no ha habido un impulso significativo a la incorporación de más jueces.
Muchos representantes de ambos partidos dijeron que las decisiones sobre la concesión de asilo se demoran mucho, lo que supone que los migrantes se quedan en el país durante años a la espera de una resolución, pero no se ha alcanzado un consenso para abordar la cuestión.