* La coalición rebelde ha tomado Aleppo y Hama, y los combates ahora se centran en Homs, enclave estratégico que, de caer, aislaría Damasco por tierra

WASHINGTON. (Agencias).- El gobierno de Joe Biden considera que existe una creciente posibilidad de que el Ejecutivo del presidente sirio, Bashar al-Assad, colapse “en días” debido al rápido avance de la coalición insurgente liderada por islamistas y respaldada por Turquía, según revelaron cinco funcionarios estadounidenses a la cadena CNN.

Por su parte, la cadena CBS, que cita a tres funcionarios estadounidenses, informó este sábado que “Damasco está destinada a caer”, aunque, a diferencia de CNN, sus fuentes no ofrecieron un plazo concreto.

Según los funcionarios citados por CBS, las fuerzas iraníes que defendían al presidente sirio han evacuado “prácticamente en su totalidad” el país.

A pesar de estas filtraciones a los medios, el gobierno de EU aún no ha hecho pública una evaluación formal sobre el futuro de Al Asad, quien hasta hace apenas una semana parecía estar en una posición estable tras haber logrado aplastar a la oposición en catorce años de guerra civil.

Sin embargo, el conflicto se reavivó hace una semana con el rápido avance de la coalición insurgente, que actualmente intenta avanzar hacia Damasco tras derrotar a las fuerzas gubernamentales en dos de las mayores ciudades del país: Aleppo y Hama.

Ahora, los combates se concentran en Homs, la tercera ciudad más grande de Siria y un enclave estratégico crucial. Si la coalición insurgente logra conquistarla, Damasco quedaría aislada por tierra de las ciudades mediterráneas de Tartús, bastión de la familia Al Asad, y Latakia, la principal base de las fuerzas rusas que respaldan al régimen.

Pese a los análisis preliminares que subrayan la fragilidad de Al Asad, los funcionarios consultados por CNN advierten que la situación podría cambiar, por lo que la caída del presidente sirio no es “una conclusión inevitable”, aunque cada vez más elementos juegan en su contra.

Un alto funcionario explicó a la cadena que “el consenso emergente” es que la caída de Al Asad “es cada vez más plausible”.

Otro funcionario fue más directo al afirmar: “Probablemente, para el próximo fin de semana el régimen de Al Asad habrá perdido cualquier semblanza de poder”.

Un tercer funcionario de la Administración señaló que lo único que podría retrasar el avance insurgente sería un golpe de Estado bien organizado por algún detractor del presidente.

Sin embargo, consideró que esta posibilidad es poco factible, ya que el entorno de Al Asad ha hecho un “buen trabajo” eliminando cualquier competencia.

La Administración Biden se ha visto sorprendida por la velocidad del avance rebelde.

Además, por el momento, ha evitado hacer grandes declaraciones sobre el conflicto, dado que el próximo 20 de enero Biden cederá el poder a Donald Trump, quien aboga por una política exterior aislacionista.