* Una encuesta de televisión israelí mostró que el 76 por ciento de los israelíes considera que Netanyahu debería renunciar

ISRAEL.- El sábado, la policía israelí se vio en la tarea de contener a una multitud de manifestantes que se congregaron frente a la residencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en medio de la creciente indignación provocada por los errores que condujeron al mortífero ataque perpetrado el mes pasado por hombres armados de Hamás contra comunidades en los alrededores de la Franja de Gaza.

Con banderas israelíes ondeando y coreando "¡Cárcel ya!", cientos de personas desafiaron las barreras policiales en Jerusalén, en una protesta que coincidió con una encuesta que reveló que más del 75 por ciento de los israelíes creen que Netanyahu debería renunciar.

Esta manifestación puso de relieve la creciente furia de la opinión pública contra sus dirigentes políticos y de seguridad.

Hasta la fecha, Netanyahu no ha asumido su responsabilidad personal por los fallos que permitieron el ataque sorpresa en el que cientos de hombres armados de Hamás irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre, causando la muerte de más de mil 400 personas y tomando al menos a 240 como rehenes.

En Tel Aviv, miles de personas se manifestaron exigiendo la liberación de los rehenes en Gaza, ondeando banderas y sosteniendo fotografías de los cautivos, junto con carteles que clamaban "Liberad a los rehenes ahora a toda costa".

Desde el ataque, Israel ha lanzado una intensa ofensiva aérea y terrestre en Gaza, lo que ha resultado en la muerte de más de 9 mil personas, según las autoridades sanitarias de la zona gobernada por Hamás, y la destrucción de amplias zonas del enclave.

Netanyahu, ya una figura divisiva debido a acusaciones de corrupción ha impulsado un plan para limitar los poderes del poder judicial, lo que provocó protestas masivas incluso antes de la guerra.

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Una encuesta reciente del Canal 13 de televisión israelí mostró que el 76 por ciento de los israelíes considera que Netanyahu debería renunciar, y el 64 por ciento aboga por celebrar elecciones inmediatamente después del conflicto.

En cuanto a la culpabilidad por el ataque, el 44 por ciento de los encuestados responsabiliza a Netanyahu, el 33 por ciento al jefe del Estado Mayor militar y altos cargos de las FDI, y el 5 por ciento al ministro de Defensa, según la encuesta.

La indignación en la sociedad israelí es evidente, y las presiones para un cambio en el liderazgo se intensifican.