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WASHINGTON.- La Cámara de Representantes votó el viernes a favor de expulsar al representante republicano George Santos de Nueva York después de que un duro informe de ética sobre su conducta aumentara las preocupaciones de los legisladores sobre el estudiante de primer año plagado de escándalos.
Santos se convirtió en apenas el sexto miembro en la historia de la cámara en ser derrocado por sus colegas, y el tercero desde la Guerra Civil.
La votación a favor de la expulsión fue de 311 a 114, superando fácilmente la mayoría de dos tercios requerida.
Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes se opusieron a destituir a Santos, cuya salida los deja con una mayoría muy estrecha, pero al final 105 legisladores republicanos se pusieron del lado de casi todos los demócratas para expulsarlo.
La expulsión marcó el último capítulo del Congreso en una espectacular caída en desgracia para Santos.
Celebrado como un prometedor después de que arrebató un distrito a los demócratas el año pasado, la historia de la vida de Santos comenzó a desmoronarse incluso antes de que asumiera el cargo.
Surgieron informes de que había mentido acerca de tener ascendencia judía, una carrera en las principales empresas de Wall Street y un título universitario, entre otras cosas.
Luego, en mayo, Santos fue acusado por fiscales federales de múltiples cargos, convirtiendo su presencia en la Cámara en una creciente distracción y vergüenza para el partido.
Santos se suma a una breve lista de legisladores expulsados de la Cámara, y por razones exclusivamente suyas.
De las expulsiones anteriores en la Cámara, tres fueron por ponerse del lado de la Confederación durante la Guerra Civil.
Los dos restantes ocurrieron después de que los legisladores fueran declarados culpables de delitos en un tribunal federal, el más reciente en 2002.
Buscando permanecer en el cargo, Santos había apelado a sus colegas para que dejaran que se desarrollara el proceso judicial. Advirtió sobre el precedente que sentarían al expulsar a un miembro aún no condenado por un delito.
“Esto los perseguirá en el futuro”, dijo Santos a los legisladores el jueves por la noche mientras debatían su destitución.
Resignado a su destino
Cuando quedó claro el viernes que sería expulsado, Santos parecía resignado a su destino.
Se puso el abrigo sobre los hombros y estrechó la mano de los miembros conservadores que votaron en contra de su expulsión.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, republicano por Luisiana, que votó en contra de la expulsión de Santos, fue solemne al anunciar el resultado de la votación y declaró vacante el escaño de Nueva York.
Afuera del Capitolio, seguido por una multitud de reporteros y cámaras, rápidamente se metió en un vehículo y se fue.
