* La extrema derecha gana espacio en la política europea
* Le dan paliza a la izquierda
MADRID. – La noche electoral de este domingo no dejó indiferente a nadie en Europa.
El auge de los partidos de ultraderecha en diferentes países desató multitud de reacciones, aunque la que más sorprendió fue la del presidente de Francia, Emmanuel Macron, que decidió disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones legislativas ante la clara victoria del partido Rassemblement National (Encuentro Nacional) de Marine Le Pen.
Más allá de este titular, los ojos estaban puestos en el resultado global de las elecciones al Parlamento Europeo.
La incógnita era conocer qué tan grande podía llegar a ser el avance de la ultraderecha en la cámara legislativa, dado que varios analistas políticos habían vaticinado un crecimiento significativo.
Con los resultados provisionales en mano, los dos grupos políticos del Parlamento que acogen a las formaciones ultraconservadoras, eso es el grupo de los Conservadores y Reformistas (ECR) y el grupo de Identidad y Democracia (ID), ganaron un total de 13 eurodiputados más que en los comicios de 2019.
Esto los sitúa como el cuarto y quinto grupo más numeroso dentro de la cámara, respectivamente.
Pero la presencia de la ultraderecha es mayor de lo que parece, ya que los 15 eurodiputados de Alternativa para Alemania (AfD) no figuran en ninguno de estos dos grupos tras haber sido expulsados de ID en mayo; ni tampoco los 10 eurodiputados del FIdesz, formación que lidera Viktor Orbán en Hungría, que constan como “no inscritos” en ninguna familia política tras abandonar el Grupo del Partido Popular Europeo (PPE) en 2021.
Sumando estos legisladores a los del ECR e ID, el resultado arroja 156 diputados de corte ultraconservador en la cámara, superando así el resultado obtenido por el segundo grupo parlamentario con mayor fuerza, que es el de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), con 137 eurodiputados.
Este resultado demuestra que la ola ultra que se ha dejado sentir en la Unión Europea en los últimos tiempos ha afianzado su presencia en la cámara, erigiéndose como una voz más poderosa.
El centro mantiene la mayoría absoluta
A pesar de esta mayor presencia ultraconservadora, las formaciones que normalmente transitan el centro del espectro político siguen reteniendo la mayoría absoluta en la cámara.
El PPE, que alberga a fuerzas de centroderecha, se erigió como el grupo político con mayor fuerza en el Parlamento Europeo con 185 eurodiputados, lo que representa 9 legisladores más que en 2019.
El S&D, en el que se agrupan fuerzas de centroizquierda, se alzó como el segundo grupo con más representantes al lograr 137 eurodiputados, dos menos que en los últimos comicios.
Renew Europe, de los liberales de centro, logró el tercer lugar con 79 eurodiputados, lo que supone 23 miembros menos de los logrados en las elecciones celebradas cinco años atrás.
En total, estos tres grupos suman 401 eurodiputados, una cifra holgadamente por encima de la mayoría absoluta, que se fija en 361 representantes.
En España gana la derecha, pero resiste la izquierda
El Partido Popular (PP) se erigió como la formación con mayor número de escaños logrados en España.
En total, esta formación capitaneada por Alberto Núñez Feijóo y con Dolors Montserrat como cabeza de lista para el Parlamento Europeo, logró 22 diputados – 9 más que en los últimos comicios- al aunar 5,9 millones de votos, equivalentes al 34,2% de todos los emitidos.
El resultado no fue tan contundente como esperaban los populares, quienes presentaron estas elecciones como una suerte de plebiscito para que el electorado eligiera entre ellos o el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, usando el descontento contra la recién aprobada Ley de Amnistía para atraer el voto.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se afianzó como segunda fuerza más votada al obtener un total de 20 eurodiputados, lo que representa un legislador menos que en 2019.
“Está clarísimo que el plebiscito lo ha perdido, ha sido un fracaso rotundo”, valoró Teresa Ribera, cabeza de lista del PSOE en estas elecciones.
A pesar de que la diferencia en escaños no es grande, ha crecido levemente la ventaja de los de Feijóo sobre los de Sánchez.
En las últimas elecciones, que fueron las generales celebradas el 23 de julio de 2023, el PP aventajó al PSOE por una diferencia de 1,35 puntos porcentuales sobre el número de votos. Este 9 de junio, la ventaja del PP aumentó a 4,02 puntos.