LONDRES.- Los vecinos de una localidad pesquera en el suroeste de Islandia abandonaron sus hogares el sábado entre crecientes preocupaciones sobre una posible erupción volcánica, que hicieron que las autoridades civiles declarasen el estado de emergencia en la región.
La policía decidió evacuar Grindavik después de que la actividad sísmica reciente en la zona se trasladara al sur, hacia la localidad, y los análisis indicaran que un corredor de magma, o roca semifundida, se había extendido bajo la población, según la Oficina Meteorológica de Islandia. La localidad de 3 mil 400 habitantes está en la península de Reykjanes, unos 50 kilómetros (31 millas) al suroeste de la capital Reikiavik.
“En este momento no es posible determinar exactamente si y dónde el magma podría llegar a la superficie”, indicó la Oficina Meteorológica.
Las autoridades también subieron su nivel de alerta de aviación a naranja, lo que indicaba un riesgo incrementado de erupción volcánica. Las erupciones volcánicas suponen un grave riesgo para la aviación porque pueden expulsar cenizas muy abrasivas que pueden provocar fallos en los motores de los aviones, dañar los sistemas de control de vuelo y reducir la visibilidad.