PARIS.- 'Hemos visto lo que ocurrió en el norte de Gaza. Esto no puede ser el patrón para el sur', dice un comunicado de la Organización Mundial de la Salud.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, denunció que el Ejército de Israel les ordenó que retiren en las próximas 24 horas sus suministros del almacén médico que tienen ubicado en el sur de la Franja de Gaza.
“Hoy la OMS ha recibido una notificación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de que deberíamos retirar nuestros suministros de nuestro almacén médico en el sur de Gaza en un plazo de 24 horas, ya que las operaciones terrestres lo dejarán fuera de uso”, ha explicado a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Tedros ha hecho un llamamiento a las autoridades israelíes para que retiren la orden y “tomen todas las medidas posibles para proteger a los civiles y la infraestructura civil, incluidos hospitales e instalaciones humanitarias”.
La OMS ha pedido proteger el sistema de salud contra nuevos ataques y el deterioro de su capacidad, y ha recordado que “ningún lugar es seguro en Gaza”. “Hemos visto lo que ocurrió en el norte de Gaza".
Esto no puede ser el patrón para el sur. Gaza no puede permitirse perder otro hospital, ya que las necesidades sanitarias siguen aumentando”, dice un comunicado.
El organismo, que se ha mostrado “gravemente preocupado por la reanudación de las hostilidades”, ha subrayado que “a medida que más civiles del sur reciben órdenes de evacuación inmediata y se ven obligados a desplazarse, más personas se concentran en zonas más pequeñas”.
A esta situación se suma que los hospitales que quedan funcionan “sin suficiente” combustible, medicamentos, alimentos, agua o protección del personal sanitario.
Alrededor de 1,9 millones de personas, casi el 80 por ciento de la población de Gaza, están desplazadas internamente.
En menos de 60 días, el número de hospitales en funcionamiento ha descendido de 36 a 18. De ellos, solo tres ofrecen servicios básicos, mientras que los restantes solo prestan servicios parciales.
Algunos de los centros sanitarios tratan a dos o tres veces más pacientes de los previstos.
En una reciente visita al Complejo Médico Naser en Jan Yunis, el equipo de la OMS describió la situación como “catastrófica”, con el edificio “enormemente abarrotado de pacientes –que están recibiendo tratamiento en el suelo– y personas desplazadas que buscan refugio”.
Además, hay escasez de personal sanitario y los que están disponibles “han estado trabajando sin parar y están agotados.