*La situación en Venezuela se agrava por la escasez de alimentos básicos, el aumento de los precios y la disminución de la capacidad adquisitiva de la población: FAO
GINEBRA (apro).- Las consecuencias de la crisis alimentaria son devastadoras para la salud y el desarrollo de la población, especialmente para los niños, las mujeres embarazadas y los adultos mayores en Venezuela en donde más de 5 millones de personas padecen hambre, denunció la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Alrededor de 5 millones de venezolanos padecen inseguridad alimentaria severa, lo que significa que no tienen acceso regular a alimentos suficientes y nutritivos, según datos de la FAO.
La situación venezolana se agrava por la escasez de alimentos básicos, el aumento de los precios y la disminución de la capacidad adquisitiva de la población, observó.
La FAO señala que aproximadamente 6 millones de venezolanos -cerca de 17% de la población- afrontan una situación de inseguridad alimentaria moderada y severa.
El Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional de la ONU de 2022 indicó que Venezuela tiene la mayor prevalencia de subalimentación de América del Sur, cosa que ha empeorado.
Expertos en nutrición y asistencia humanitaria, destacan recientemente la gravedad de la inseguridad alimentaria en Venezuela donde al menos 5.1 millones de personas se encuentran en situación de hambre.
Resaltan que la crisis alimentaria en el país se compara con las que atraviesan naciones en guerra o afectadas por desastres naturales.
Además, la desnutrición aguda infantil supera en cuatro veces el promedio regional de América del Sur situación que se ve agravada por la disminución de la cooperación internacional y las dificultades para acceder a los alimentos básicos.
Según los expertos la crisis alimentaria ha llevado a las familias a adoptar estrategias de supervivencia extremas, como reducir el número de comidas, pedir prestados alimentos o incluso saltarse comidas.
Además, la desnutrición crónica en niños y niñas está generando un impacto negativo en su desarrollo físico y cognitivo a largo plazo.
Y finalmente alertan que las consecuencias de esta crisis alimentaria son devastadoras para la salud y el desarrollo de la población, especialmente para los niños, las mujeres embarazadas y los adultos mayores.