* Grupos activistas desde Utah hasta Massachusetts han organizado capacitaciones sobre derechos para enseñarles a los inmigrantes cómo protegerse a sí mismos

LOS ÁNGELES. (Agencias).- Winston Leiva enumera una larga lista de cosas que los inmigrantes deberían hacer para protegerse ante la promesa del presidente electo estadounidense Donald Trump de llevar a cabo deportaciones masivas cuando regrese a la Casa Blanca.

Haga un plan para que alguien cuide de sus hijos si usted es arrestado. No abra la puerta a menos que las autoridades deslicen una orden judicial firmada por debajo de ella. Y, sobre todo, ejerza su derecho a permanecer en silencio.

“Esta administración ya la conocemos”, les dijo Leiva a los participantes de un taller bilingüe en Los Ángeles para inmigrantes que quieren permanecer en Estados Unidos.

"La verdad es que no sabemos hasta dónde nos va a afectar”.

La reunión de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA, por sus siglas en inglés), en una sala de conferencias decorada con un colorido mural de íconos de los derechos civiles y una bandera estadounidense de gran tamaño, es una de muchas que se están llevando a cabo a nivel nacional mientras los defensores de los inmigrantes se preparan para el segundo mandato de Trump.

Es un déjà vu (ya lo viví) para aquellos que se movilizaron durante los primeros cuatro años de Trump, cuando modificó el sistema de inmigración del país posiblemente más que cualquier otro presidente de Estados Unidos.

Grupos activistas desde Utah hasta Massachusetts han organizado capacitaciones sobre derechos para enseñarles a los inmigrantes cómo protegerse a sí mismos, a sus amigos y familias ante la promesa de Trump de iniciar las deportaciones en su primer día de regreso en el cargo.

Las labores ya están en marcha en estados amigables con los inmigrantes, incluidos California e Illinois —los cuales promulgaron protecciones para los inmigrantes en respuesta al enfoque de Trump de aplicar medidas policiales contra ellos durante su primer mandato—, y en aquellos con leyes más estrictas que afectan a los inmigrantes, como Florida.

Connecticut Students for a Dream, un grupo de defensa para jóvenes indocumentados, recientemente realizó una sesión en la ciudad de Danbury, donde viven inmigrantes de Ecuador, República Dominicana y otros lugares.

Los organizadores les aconsejaron que no tienen que hablar con los agentes de inmigración si tocan a su puerta, y advirtieron en una publicación de Facebook:

“Si decide hablar, recuerde no mentir”.

Los activistas también están instando a aquellos que cumplen con los requisitos a que completen sus solicitudes para naturalizarse estadounidenses u otros beneficios de inmigración antes del próximo año, con el objetivo de evitar tiempos de espera potencialmente largos bajo un gobierno entrante que parece centrado en aplicar medidas policiales para controlar la inmigración en lugar de en hacer que los inmigrantes se integren a la población.

La Coalición de Inmigrantes de Florida —otro grupo activista— está ofreciendo clínicas gratuitas para ayudar a miles de inmigrantes que podrían tener una ruta para obtener estatus legal y no pueden pagar un abogado.

Dentro de un tribunal de inmigración ya de por sí con mucho trabajo en Chicago, los abogados del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes —un organismo sin fines de lucro— que ayudan a operar un escritorio de ayuda jurídica dijeron que intentan resolver la mayor cantidad posible de casos antes de que Trump asuma el cargo.