La reciente flexibilización legal para comprar armas en Israel ha llevado a miles de personas, profundamente afectadas por la masacre perpetrada por el brazo armado de Hamás, a buscar conocimientos en el uso de armas de fuego, con la creencia de que la paz sigue siendo esquiva.
En el corazón de un asentamiento israelí en Cisjordania ocupada, la "Academia Israelí de Antiterrorismo y Seguridad" resuena con disparos y el aroma de la pólvora. Incluso aquellos que nunca habían sostenido una pistola en su vida, como Moria, madre de seis hijos, no titubean al aprender a disparar. Durante una clase de tiro, apuntan a blancos con imágenes de milicianos palestinos armados.
Moria, una mujer de 39 años que vive cerca de la Franja de Gaza, explica su motivación: "Quiero saber cómo usar esto, aunque espero no tener que hacerlo. Mi esposo está en el Ejército, y estoy sola con los niños en casa. Debo protegerlos".
El contexto de violencia en la Franja de Gaza ha llevado a estos civiles a prepararse para su autodefensa en un momento de incertidumbre y temor, mientras el conflicto entre Israel y Hamás sigue cobrando un alto precio en vidas humanas y seguridad.