**Grandes manjares caseros
**Cositas de políticos
**Hetairas, debilidad de John Reed
**Duro y rudo cita con el sicólogo
Luis Velázquez
Ricardo Rubín, respetado y respetable
BANDERAZO DE SALIDA: La frase memorable, citable y bíblica del actor Mario Almada en la película “El infierno” es la siguiente: “Confiar es bueno… Pero no confiar es mejor”… Entre los mejores manjares caseros de la vida están los siguientes… 1) Un sabroso caldito con bolitas de masa y pedacitos de pollo y tortillitas echadas a mano y con maíz blanco… 2) Unas crucecitas con huevo en el desayuno… 3) Una albóndigas en caldito no picoso con tortillitas bien quemaditas, casi tostadas, casi brasas… 4) Una flor de izote con alcachofas nadando en un caldito… 5) Picadas y gordas con un filete de res y rajas de aguacate a un lado… 6) Un cafecito de olla complementados con unos polvorones recién horneados… Y, 7) Un mole cocinado por la abuela con rajas de pollo y una cervecita bien fría… Simplemente, el paraíso gastronómico… Sin andar con tentaciones de comer en un restaurante VIP…
CURVA PELIGROSA: Cositas de y entre políticos… 1) El gran periodista del siglo pasado, Froylán Flores Cancela, dijo alguna vez al senador Manuel Ramos Gurrión: “Manuel, me han dicho que andas con una francesa”… Y Ramos Gurrión reviró: “¡Fama, Froy, fama!”… 2) El diputado federal Héctor Yunes Landa platicaba con Fidel Velázquez Sánchez, el famoso jerarca de la CTM… De pronto miró que don Fidel cabeceaba y quedaba dormido… Luego de un instante fugaz, pero eterno, Héctor se levantó de la silla para retirarse… Y Fidel despertó… “¿Ya te vas?”, le preguntó… Héctor dijo: “Señor, es que estaba usted durmiendo”… Fidel: “No dormía, Héctor, pensaba”…
AUTOPISTA DEL SUR: A la mitad de la plática con el periodista, Julio Scherer García, Luis Donaldo Colosio Murrieta se puso a declamar su poema favorito, “La Chacha Micaela”… Luego dijo a Scherer: “Me muestro con usted como soy”… Volando de Xalapa a la ciudad de México, Miguel Alemán Velasco dijo a Juan Maldonado Pereda: “El candidato a gobernador será Fidel Herrera”… Maldonado guardó silencio unos minutos y dijo: “¿Por qué él y no yo?”… Alemán: “Lleva mucho camino andado”… Maldonado: “Tú me dijiste que esperara”… Alemán miró las nubes por la ventana y se zambulló en un silencio atroz… Y eso que eran amigos… Amigos entrañables, parece, ajá… El viejito del barrio dice que lo mejor de la vida es tener una amante en el trabajo porque todos los días se llega a la chamba con enorme gusto…
AUTOPISTA DEL NORTE: Manuel Altamira fue gran cronista en el periódico La Jornada México… Falleció en el temblor de 1985… El sindicato de trabajadores, SITRAJOR, publicó un libro con sus crónicas alternando con textos de Pascual Salanueva y Rafael Croda… El libro está agotado… Pero los relatos de Altamira pueden leerse en el periódico digital, Corré la voz, voz del maestro Juan Balboa, otro cronista, gran cronista de su tiempo… En el siglo pasado fueron extraordinaria mancuerna cinematográfica Emilio “El Indio” Fernández y el fotógrafo Gabriel Figueroa… Ambos, enaltecidos en Hollywood, digamos, como ahora, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu… Por cierto, un filme sensacional de “El indio” se llama “Un día en la vida de Emiliano Zapata”… Digamos, un clásico del cine mexicano…
RECTA FINAL: Pocos lo saben, pero el cronista de todos los tiempos, John Reed, tenía preferencia por las trabajadoras sexuales… Y cada vez que llegaba a un pueblo preguntaba la ubicación de las casas de cita… Igual, igualito, era Plutarco Elías Calles, quien con parte del gabinete legal y ampliado era cliente VIP del burdel “La escondida”, propiedad de la exadelita Graciela Olmos… Y en donde Agustín Lara tocaba el piano, cantaba y componía canciones… Nunca Pancho Villa visitaba los congales porque las mujeres hacían fila para dormir una noche a su lado… Grafiti en una barda de colonia popular: La única forma de aprender de la vida es viviendo… Claro, el proverbio social asegura que “del dicho al hecho hay mucho trecho”, ajá…
META: Ta’canijo, duro y rudo, estar yendo a consulta con el sicólogo, digamos, y entre otras cositas y hechos, para arreglar y acomodar la vida… Desde luego, con frecuencia resulta inevitable… Los problemas existenciales suelen derrumbar hacia el fondo del infierno… Más cuando se tiene una actitud depresiva ante los días y las noches… Y cuando, caray, viene de herencia… Herencia familiar… Y estar pagando unos mil doscientos pesos que cobran por consulta… Además de la medicina tan cara… Y llegar con el sicólogo, el siquiatra, y tirarse en el desván a contar las intimidades… Peor, mucho peor, cuando se vuelve inevitable internarse en un hospital… Únicamente, caray, para ver si el médico puede enderezar la vida… El consuelo es que Ernest Hemingway también estuvo en una clínica de salud…