A MIL POR HORA | - **Hambruna de palomitas **Éxito de novelas turcas **Hombres más mandilones**Daifa eres y daifa serás…
**Hambruna de palomitas
**Éxito de novelas turcas
**Hombres más mandilones
**Daifa eres y daifa serás…
**Hambruna de palomitas **Éxito de novelas turcas **Hombres más mandilones **Daifa eres y daifa serás…
Ricardo Rubín, máximo jefazazo
BANDERAZO DE SALIDA: Curiosidades del mundo animal: muchas palomitas parecen tener, tienen, hambruna… Por ejemplo: todas las mañanas un ejército de palomitas (unas cien) llegan al parque del barrio para desayunar con un señor que les riega mendrugos sobre la banqueta… Ayer, apenas, apenitas iniciado el otoño, par de palomitas se agarraron a picotazos por un pancito gigantesco… Una palomita lo tenía en la boca… Y llegó otra… Y luego luego le echó pleito por el mendrugo, claro… Y se fue atrás de ella a base de picotazos hasta lograr que tirara el mendrugo… Y la palomita belicosa “dio el brinco del tigre” y quedó con el pedacito del pan… Y la otra se perdió en medio de la parvada… Y, bueno, si así es la hambruna en el reino animal podrá cada lector imaginar el mundo humano de la hambruna… Por ejemplo, además, en los campos de refugiados…
CURVA PELIGROSA: En TV Azteca han descubierto una mina con las telenovelas turcas… En la tarde/noche, todo indica la mitad femenina del país y gran parte de la otra mitad paralizan a la nación completa… “Los árabes, los turcos, dicen ellas, son muy guapos”… Además, en las películas nunca hay escenas prosaicas de sexo, aseguran… Muchas de esas mujeres son feligresas en la iglesia católica y apostólica… En el pueblo, Soledad de Doblado, y en el siglo pasado, existían unas seis familias, aprox., de turcos… Los Yunes Linares… Los Yunes Díaz… Los Yunes Landa… Los Yunes, quienes vivían de una tienda de ropa… Los Fadul y los Musule… Y todos con hijos… Entre ellos, una chica que parecía estrella de cine europea… Hermosa… Bella… Pero la mayoría miraba lejos… Uno que otro eligió una pareja aldeana… Los más, caminaron por otros puntos cardinales de Veracruz…
AUTOPISTA DEL SUR: Ahora, caray, con la liberación femenina, las señoras intentan que los esposos limpien la casa y pasen jerga… Y laven los baños… Y laven los trastes del desayuno, la comida y la cena… Y aprenden a cocinar huevos, arroz y frijoles… Y si están atrasadas con el guisado que sirvan la mesa… Además, la advertencia lacónica: “Si tú me engañas, yo también… Y no ha fijón”… Por eso, solo resta imitar a AMLO, el presidente, quien vivirá en su rancho “La Chingada” en Chiapas… Y solo… Y escribiendo, dice… (Ya veremos, dijo el cieguito clásico)… Por lo pronto, una señora dijo a su pareja: “No dudo que me engañas… Pero valoro tu discreción”… Ha de recordarse que al escritor Ernest Hemingway le valía “un soberano cacahuate” la discreción, pues se paseaban con sus amantes en todos lados… Y las esposas en casa, bien…
AUTOPISTA DEL NORTE: El señor E. era un jornalero en el surco… Trabajaba de lunes a sábado hacia el mediodía en el campo… Y el sábado en la noche, bien bañadito y dispuestito, era de los primeros clientes en el congal en las goteras del pueblo… A los cincuenta años de edad, bailar era su talón de Aquiles… Y siempre prefería a una chica de unos 25 años, piel oscura, muy oscura, con un bamboleo que lo dejaba con la presión arterial baja… Y sin más le ofreció casarse… Ella, la señora B., sonrió por la propuesta indecorosa, consciente de su oficio… Pero el señor E. insistió… Y la convenció… Y esa misma noche se la llevó a su departamento… Y cada noche ella lo esperaba… Cenaban… Miraban la tele y luego hacían el amor… Hasta que un hombre joven llegó de inquilino al departamento de enfrente… Y la señora B. tuvo su gran resbalón ante el chico de unos veinte años…
RECTA FINAL: Y la señora B. sintió estremecerse… Y terminó coqueteando con el chico imberbe aquel… Y en las mañanas, cuando el señor E. macheteaba en el surco, ellos eran amantes… Pero el jornalero lo supo… Primero, olfateó en el cuerpo de ella el olor de un hombre… Después, precisó la sospecha en los pretextos para evitarlo en el tálamo… Y cuando cayó de sorpresa en casa y lo comprobó, hombre de campo, ajustó cuentas… Tremenda madriza al chico por meterse con la mujer de otro… Y lo que constituye pecado mortal… Esa misma noche la invitó a bailar…. Pero en el congal… Y en medio de la pista y delante del montón de daifas, la desnudó por la fuerza y dejó sin ropa… Y le dijo: “De aquí eres y aquí te devuelvo”… Y con la ropa de ella en la mano se retiró… Y ella quedó acurrucada en sí misma… El fracaso del señor E. en su intento de purificación moral de una mesalina…
META: Hacia la medianoche empezó a llover… Y llovía y llovía y únicamente se escuchaba el ruido de la lluvia cayendo en el techo de la casa… Y el viento moviendo las hojas de los árboles y tumbando los pétalos de las rosas rosadas… Entonces, hacia la una de la madrugada, un hombre solitario caminaba bajo la lluvia en la calle… Iba sin impermeable, sin gorra y sin sombrero… Y una playerita frágil… Y unos tenis viejos… Y se acercaba a las canastillas de la basura y las tomaba y acomodaba todas a la orilla de la banqueta… Así facilita el trabajo de los trabajadores de la Limpia Pública… En el rincón de una puerta un gatito se protegía de la lluvia y miraba al hombre… Y cuando el hombre se retiró le dijo: “Adiós, gatito”… Y el gatito le ronroneó a su saludo… Y el hombre se diluyó a mitad de la noche y en medio de la lluvia… Y el gatito lo seguía mirando con ternura como si fuera compañero de viaje… (lv)