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A MIL POR HORA | - **Poner a prueba a los demás **Karma de la pata de conejo **Amigos bondadosos **Un día maravilloso

**Poner a prueba a los demás **Karma de la pata de conejo **Amigos bondadosos **Un día maravilloso

**Poner a prueba a los demás
**Karma de la pata de conejo
**Amigos bondadosos
**Un día maravilloso
 
Ricardo Rubín, el prudente

 
BANDERAZO DE SALIDA: El sicólogo dice que para probar a una persona, incluso, a la persona más sencilla, humilde y modesta de la vida, ha de otorgársele “un poquito de poder” y luego enseguida se conocerá el grado de autoritarismo… El poder público o privado suele marear a cualquier ser humano… Es más, lo enloquece… Peor aún, lo hace levitar… Y de pronto, se siente “la octava maravilla del mundo”… El eslabón perdido… El último dinosaurio del Apocalipsis… Incluso, dar poder desde a la ama de casa al jardinero y desde el velador nocturno hasta el jefe y el subjefe de una oficina… Más, cuando tiene, digamos, un subalterno… Alguien en quien demostrar y desparramar el poder otorgado… Por ejemplo, una señora de la casa dando órdenes a la trabajadora doméstica como en el tiempo aquel de los capataces de hacienda porfirista a los campesinos…
 
CURVA PELIGROSA: Simplemente, la tentación de mandar… Yo, el jefe, estoy encima de todos ustedes… Entonces, en el ejercicio del poder mujeres y hombres suelen descarrilar… Y piden las cosas con voz impositiva… “Aquí mando yo” como exclamara aquella funcionaria tomando protesta como jefa máxima… En una oficina con dos hombres, uno fue nombrado jefe… Entonces, creyó estar al frente de un ejército insólito y así, tal cual, general de cinco estrellas, solía actuar… Al ratito, el otro compañero de oficina lo retó a madrazo limpio y pelearon y lo derrotó y renunció… El poder es canijo y se pierden los estribos a la primera de cambios… Peor, mucho peor, cuando eres el mero mero y se tiene un presupuesto público y un montón de burócratas a las órdenes… Peor, cuando los subalternos “se tiran al piso” y compiten entre ellos para desparramar incienso al patroncito…
 
AUTOPISTA DEL SUR: Una estrategia para que a uno le vaya bien en la vida es traer siempre en la bolsa del pantalón o la bolsa de mano una pata de conejo… La pata de la buena suerte… Incluso, habrá días y noches donde a la persona le va de maravilla para arriba y para nada la necesita… Pero aún así, siempre reconforta sentirla en el bolsillo… Toda su vida, el escritor Ernest Hemingway traía una patita de conejo que un indígena le regalara en África… Hay amigos que iluminan y son generosos y solidarios y bondadosos y tolerantes… Y capaces de ofrendar su vida para el bien del otro… Por ejemplo, León Tolstói con Antón Chéjov… Ezra Pound con T. S. Elliot… Álvaro Mutis con Gabriel García Márquez… Sergio Pitol con Juan Manuel Torres… Juan García Ponce con Juan Vicente Melo… Carlos Monsiváis Aceves con José Emilio Pacheco y Sergio Pitol…
 
AUTOPISTA DEL NORTE: Curiosidades del mundo animal: el oso pardo (más, mucho más, los ositos) tienen los ojos más dulces y tiernos… Casi casi, unos bebés… De hecho y derecho, la mirada de un niño y un anciano… Suelen vivir de entre 15 a 35 años… Y son el mamífero más conocido y publicitado… Originarios de África, la raza caminó a otras latitudes, entre otras, América del Norte, Europa y Asia… Y en donde, caray, se están diezmando… En la computadora, aparece una gigantesca foto de un osito como bienvenida del Internet… Entre las parejas más famosas de los comics, Superman y Luisa Lane… Tarzán y Jane… Zeus y Pandora… Una pareja refulgente de escritores: Julio Cortázar quien llamaba “Osita” a su esposa Carol Dunlop… Y Carol le llamaba “Lobito”… Lo escribió Juan Villoro: migrar a Estados Unidos es una maldición… Y regresar, una derrota… Veracruz, dice el INEGI, campeón nacional en migración…
 
RECTA FINAL: Entre las historias de los filósofos griegos y la Biblia suelen existir referencias… Por ejemplo, en tanto en el relato bíblico, Matusalem vivió más de novecientos años, en Creta, el filósofo Epiménides vivió 150 (ciento cincuenta) años, aun cuando otros aseguran que 250 (doscientas cincuenta)… Lo cuenta Diógenes Laercio en el libro “Vida de los filósofos más ilustres”… Hoy, la gente apenas, apenitas, llega a vivir unos 105 (ciento cinco) años y significa una proeza… El único consuelo es que Superman y Mafalda tendrán vida eterna… Una gran lectura de la película “El infierno” de Luis Estrada es que cuando los paisanos vuelven fracasados de Estados Unidos suelen convertirse en sicarios de los carteles… El caso de Damián Alcázar como “El Benny” del filme cinematográfico…
 
META: Un día maravilloso bien puede lograrse releyendo el libro de crónicas, mitad realidad y mitad ficción de Ernesto Hemingway, “París era una fiesta”… Escrito en la década de 1920 en París cuando era muy pobre pero muy feliz… Y estaba casado con su primera mujer y un hijo… Entonces, solían dormir tarde para evadir el desayuno porque el dinerito apenas, apenitas alcanzaba para comer y cenar… Otras veces le decía a su esposa que iría a una comida con uno amigo, pero era mentira… Así se iba a caminar en el centro de París para “matar el tiempo”… Luego, paseaba por un café para ver si miraba a un conocido que le invitara… La dueña de una librería conocía la fama que iniciaba y le prestaba libros para llevar a casa… Pero también le prestaba centavitos para la despensa en casa para la esposa y el niño… El hambre también lleva a escribir decía Hemingway…