**Un bozal para todos
**Octava maravilla del mundo
**Dos jarochos en “La Academia”
**Comics enseñaron a leer
Ricardo Rubín, el hombre más sencillo del mundo
BANDERAZO DE SALIDA: El geriatra lo dice: las personas de la sexta década en adelante suelen tener, tienen, una mesura reposada… Un aire sereno y callado para vivir y escuchar a los demás… Incluso, receptivos al cien por ciento… Y dispuestos a inmolarse por las personas que quieren y aman… Y oyen a los demás con toda la paciencia del mundo… Y nunca juzgan… Tampoco profetizan… Menos condenan… Menos satanizan… Bien pudiera considerarse como parte de la naturaleza humana luego de sesenta, setenta, ochenta años vividos… Y de conocer en el viaje biológico el paraíso terrenal… Pero de igual modo, “el infierno tan temido”… Entonces, la gran transformación moral de la persona… Además, está probado: mucho se gana guardando silencio… Casi casi, con un bozal siempre… Es el maravilloso tiempo de oír, ver y callar como la leyenda de los monitos…
CURVA PELIGROSA: Por lo general, y en contraparte, la vida juvenil es intensa y volcánica… Y se anda con el acelerador metido hasta el fondo… Y creyéndose, incluso, enviados por un Ser Superior para salvar la tierra… De hecho y derecho, los muchachos gritoneando como mesías, dueños de la verdad única, la verdad universal… Y con muchos desplantes que dueños del destino individual, familiar y colectivo llegan a sentirse… “Yo soy la verdad y aquí mando yo” se vuelve el estribillo de sus horas en el día y la noche… Más, mucho más, cuando el muchacho es hijo de un pudiente, un rico, un riquillo… Sobre todo, cuando el padre está encumbrado y manda y hasta gobierna… Y convencidos de significar “la octava maravilla de la vida” como si nunca, jamás, fueran a caer en el vacío y la nada… Son los estados inevitables enfrentados por un ser humano…
AUTOPISTA DEL SUR: En la primera emisión dominical de “La Academia”, el programa de TV Azteca para proyectar a los jóvenes cantantes, participaron tres chicos del estado de Veracruz… Uno de Álamo y dos de la ciudad de Veracruz… Dos fueron elegidos para el siguiente paso… Y, bueno, con todo respeto, pero mucho enaltecería sus destinos si por ejemplo, quizá, quizá, quizá, la secretaría de Turismo de Veracruz los animara y reanimara… Y estuviera pendiente de sus familias… Más como en el caso de aquella chica cuyo abuelo, un anciano, trabajador a destajo en una gasolinera del pueblo, fue juntando las propinas para comprarle el boleto a la Ciudad de México y participar… Y/o el chico aquel, hijo de un modesto y sencillo campesino, quien boteó en el pueblo para los gastos de su vástago a la Ciudad de México… Lo escribió Albert Camus, Nobel de Literatura: “¡Qué difícil es vivir!”…
AUTOPISTA DEL NORTE: En la ciudad jarocha la conocen como “La tamalera”… Es una señora de unos treinta años de edad… Madre soltera con par de hijos menores de ocho años… Bajita y robusta, con piel oscura, muy oscura… Y con unos ojos cargados de energía positiva y mejor fario y karma y que iluminan las horas, pero también sus letras y palabras… Y una sonrisa con piel delgada como si tuviera unos 16,17, 18 años… Su pareja se fue con otra y ella necesitó chambear… Su señora madre cuida a los niños y ella guisa y cocina sabrosísimos tamales de elote… Vive en los Llanos de Sotavento y dividió la ciudad jarocha en seis franjas territoriales… Y cada día de la semana, menos el domingo, camina de casa en casa y de clienta en clienta ofreciendo tamalitos… Y el dinerito le alcanza, digamos, para vivir sin prisas ni aprisa.. Y de veras, son muy sabrosos…
RECTA FINAL: El viejo del barrio profesa el más profundo, inalterable respeto por los comics… En tendajón en el mercado del pueblo un hombre mayor los alquilaba cada semana a los niños y adolescentes por una morralllita y concesionaba media hora para su lectura, digamos, rápida y veloz… Superman, El Llanero Solitario y Toro, Memín Pinguín, La Pequeña Lulú, Charlie y sus amigos, Tarzán, Chanoc y Tsebuk y Rarotonga, entre tantos otros, merecen toda la gratitud del mundo por una sencillísima razón: allí todos sin excepción aprendieron, primero, a leer… Segundo, a leer rápido reteniendo en la memoria el argumento y los pasajes memorables y citables… Y tercero, muchos también aprendieron a contar historias… Lo más importante, aquellos comics fueron más efectivos que los libros de texto gratuito y los maestros para aprender a leer y escribir… El tendajón de aquel hombre semejaba el salón de clases… Cada viernes en la tarde, sábado y domingo, las felices excursiones de los menores al gran territorio de la imaginación… Superman el preferido…
META: Una mujer (Nikole Kidman) es viuda y tiene una hija veinteañera… Y la señora se enamora del jefe de su hija, un actor de cine… Y la hija enfurece tanto que se larga de casa… Entonces, interviene la abuela… Y la abuela aplica terapia diplomática para advertir su error… Más porque el padre fue un hombre infiel… Su señora madre, joven, tiene el legítimo derecho de recuperar su vida íntima… Y luego de varios encuentros y desencuentros la hija acepta la relación de la madre con el jefe… Es un final feliz… El filme se llama “Un asunto familiar” y está en Netflix… Titular en un programa televiso de Rocío Sánchez Azuara. “Mi hija me quitó a mi amante… Y lo mantiene”…