**Vidas Paralelas
**Ricardo Rubín
**Gonzalo López Barradas
**Egresados de la FACICO
Luis Velázquez
BANDERAZO DE SALIDA: Gracias, muchísimas gracias al profe Gonzalo López Barradas por su referencia al maestro Ricardo Rubín… Rubín fue el primer egresado de la antigua Facultad de Periodismo de la Universidad Veracruzana en migrar a la ciudad de México para probarse en las grandes ligas del periodismo… Y Gonzalo, el segundo… Ambos, en el periódico Excélsior… Don Julio Scherer, compañero de Rubín… Gonzalo, con Scherer de director general… Rubín dejó la Ciudad de México para regresar al puerto jarocho y un tiempo contratarse como empleado en una farmacia en la avenida Independencia… Y Gonzalo dejó Excélsior para volverse presidente municipal de Alto Lucero de Paquita la del barrio… Luego, ambos volvieron al ejercicio reporteril… Rubín con su memorable y citable columna “A cien por hora”… Y Gonzalo dirigiendo la revista “Resumen”…
CURVA PELIGROSA: Rubín logró contratos con unos veinticinco periódicos del país para publicar “A cien por hora”… Y cada uno le pagaba mil pesos mensuales… Gonzalo, además, se metió de profesor en Xalapa… Rubín y Gonzalo con una vida austera y discreta y bajo perfil… Sin andar en escándalos… Ni tampoco, menos, exponiéndose a falsas moralinas… Un tiempo de su vida, Rubín se trasladó a vivir en Corpus Cristi, en Texas, para que su único hijo estudiara, y bien, el idioma inglés… Y desde allá seguía publicando en México “A cien por hora”… Gonzalo decidió vivir siempre en Xalapa… Y ahora publica sabrosa columna en varios medios… Digamos, como en su tiempo, Ricardo Rubín… Después de Rubín y Gonzalo, otros egresados de la FACICO siguieron sus pasos al viejo Distrito Federal… Pero fueron los parteaguas…
AUTOPISTA DEL SUR: Ricardo Rubín marcó historia en momento estelar de su vida… Soñando con la libertad periodística y con la independencia y la autonomía económica y social, en el siglo pasado fue, habría sido, uno de los primeros reporteros en el país en convertirse él mismo en una especie de agencia informativa… Y por eso, vendía su columna “A cien por hora” a veinticinco periódicos… Cuando vivía en Veracruz todas las tardes solía llegar a la oficina de Correos para enviar los 25 sobres a igual número de medios nacionales… Y con los 25 mil ganados cada mes era suficiente para vivir con dignidad… Pero más aún, con libertad y autonomía… Varios años después, hasta se crearon agencias noticiosas promoviendo la venta de columnas, como fuera el caso, entre tantos otros, de don Manuel Buendía, Miguel Ángel Granados Chapa y José Luis Mejías, el famoso autor de la columna “Los intocables”… Pero Rubín fue un parteaguas más…
AUTOPISTA DEL NORTE: Rubín, un periodista íntegro… Honesto… Ningún político de entonces, ni menos, jefe de prensa, lo pudo señalar ni acusar, por ejemplo, de aceptar embutes… Tampoco de cobrar “una aviaduría”… Menos chantajear… Nunca, tampoco, formó parte de Carteles Mediáticos ni de grupos y grupitos reporteriles… Siempre andaba solo… Mejor dicho, con su libreta de taquigrafía, una pluma, un libro y varios periódicos… Y esculcaba las noticias con la pluma en la mano para anotar y subrayar hechos, datos, circunstancias, pistas, señales… Nunca dejó el periodismo para volverse Sicario de la Palabra… Ni tampoco publicista de un político, un partido político, un aparato gubernamental…
RECTA FINAL: Rubín aterrizó en la Ciudad de México sin conocer a colegas ni a jefes en los medios… Entonces, miró alrededor y bien informado que estaba decidió entrevistar al filósofo José Vasconcelos Calderón ya retirado de la vida pública y al poeta Jaime Torres Bodet, ex secretario de Educación… Redactó las entrevistas y las llevó al jefe de Redacción de Excélsior… Y en un dos por tres le contó la historia de tales trabajos… Y dejó su dirección y teléfono… Días después, el jefe de Redacción le habló para informarle que sus textos serían publicados y que fuera a Excélsior para un contrato laboral… Su historia en el periodismo nacional parece un cuento de hadas, una historia maravillosa (como de hecho lo fue)… Por eso, la admiración creciente… Ricardo Rubín es el santo laico a quien se le reza en cada nuevo amanecer…
META: El tiempo periodístico de Rubín fue el tiempo del priismo en su más alto decibel… Pero el colega siempre permaneció lejos de las elites políticas… Vaya, nunca, ni por error ni accidente, se ocupó de los políticos rojos… La columna “A cien por hora” contaba la historia de cada día en las personas comunes y sencillas… Y, claro, se ocupaba de los famosos… Los famosos, por ejemplo, artistas, escritores, músicos, escultores, etecé… Consejos de belleza de las mujeres triunfadoras… Los mejores platillos gastronómicos ofertados en las fondas y cocinas económicas… Los cantantes más conocidos… Las mejores películas… Los atractivos turísticos de ciudades y pueblos… La receta para verse y lucir delgado… Las novelas best sellers… Los estrenos cinematográficos… Por eso su vigencia… Vivió y fue dichoso y feliz con modestia y sencillez…