gilberto haaz
De los cuatro que tenía, ya nomás me quedan tres, tres. Camelot.
LOS TRES FAVORITOS
A Enrique de la Madrid le sacaron tarjeta roja. La mano que mece la cuna, la de Alejandro Alito Moreno, seguro incidió para que Beatriz Paredes quedara en esa final, dos panistas y una priista. Pero Beatriz, como me lo dijo un fan de ella, por más curriculum bueno que tenga está muy minada de salud para andar de campaña por todo el país, aunque sus corifeos digan que ha habido presidentes que, con lesiones en el cuerpo, Roosevelt en plena Segunda Guerra Mundial y FJK con su problema de columna vertebral, pudieron sacar el gobierno, pero aquellos eran estadistas en tiempos difíciles. Beatriz debía irse a descansar y dejar que Xóchitl abandere esa oposición. Si se equivocan y nombran a otro u otra, van a perder dos por uno. Xóchitl es la única que puede dar pelea a Morena y su candidata o candidato. Si no al tiempo. Si le quieren hacer de chivo los tamales, quienes perderán será el Frente Opositor. Porque el marcador hasta ayer era: Xóchitl: 38.3%. Beatriz Paredes: 26% y Creel 20.1%. Caballeroso, y como buen político, Enrique de la Madrid agradeció el haber participado y deseó suerte a quienes quedaban en la contienda. Era el mejor en cuanto a proyectos y propuestas, moderado, educado, mamó buena educación con sus padres, el expresidente Miguel de la Madrid y doña Paloma Cordero. Ni hablar, hay días así.
ESOS TOROS
Ayer me sorprendió Facebook, cuando me informó que una de mis fotos estaba vetada en mis publicaciones, porque lastimaría a algunos facebookeros. Me asombré, soy cuidadoso en publicar las cosas porque, cierto, muchas familias ven las páginas y muchos allí andan, entre adultos y mayores. Y me fui a ver qué cosa había publicado Yo Mero. ¿Qué creen que era? Una foto de un torero haciendo una suerte, nada de picando al animal, nada de sangre en el ruedo, como decían los cronistas. Nada. Pero la tendencia mundial es la defensa del maltrato animal. Hemos visto en la tele, que gente ha caído a la cárcel por maltratar o matar un perro, ya sea callejero o propio. Y debo decir que, a mi poco me gustan los toros, casi nada. Pese a que en nuestra niñez televisaban las corridas de toros en blanco y negro en aquellas televisiones que uno tenía que pararse a cambiar de canal, y había dos o tres canales. Nada de la tecnología de ahora, que picas un botón y tienes dos mil canales y estás conectado en el mundo. Aquella televisora de Telesistema Mexicano, cuando Pepe Alameda transmitía esas corridas dominicales en las tardes, eran de antología,
LOS NOTICIEROS TELEVISIVOS
Al igual que los noticieros que, el de la noche, lo conducía Ignacio Martínez Carpinteyro, cuando al despedirse cerraba un ojito, programa que patrocinaba la Mercedes Benz. No había llegado aún Jacobo Zabludosvky, que se apoderaría después por muchos años de la audiencia del país. Una mañana que El Tigre Emilio Azcárraga llegó con su papá, el primer Azcárraga y le dijo que los noticieros debían de hacerlos ellos, y no los periódicos, como solían hacerlo. El padre le dijo, zapatero a tus zapatos, y cuando lo convenció Televisa se convirtió en la primera estación latinoamericana, que a través de ECO, impulsarían las noticias para nunca más dejarlas. Igual ocurrió con el futbol. Otra mañana llegó El Tigre y le mostró su padre la maqueta del Estadio Azteca, construida por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. El padre le dijo que enloquecía, que un estadio para 90 mil personas con qué lo iba a llenar. El estadio se construyó y México ha sido sede de dos Mundiales, y va por el tercero, de la mano de los Azcárraga, que con Guillermo Cañedo hicieron una dupla invencible.