De Séneca: “Una era construye ciudades. Una hora las destruye”. Camelot

LOS COMUNICADORES

Un televidente, que ve el noticiero de Ciro Gómez Leyva, me dijo que la postura del comunicador ahora está en contra de Xóchitl Gálvez, la candidata de la oposición. Las he visto.

Ciro le ha hecho criticas un poco duras que, ojalá sirva, para que su equipo de campaña se ponga las pilas, porque mientras Claudia Sheinbaum con todo el aparato del poder anda en campaña con mítines al estilo del viejo PRI, con acarreados, pero también invitados, lleva ventaja, tiene Morena 22 de 32 gobernadores y muchas alcaldías aliadas y en donde quiera la reciben, no así con la oposición.

La alcaldesa con permiso, Sandra Cuevas, ha sido hostigada por los mastines de Morena en CDMX cuando anda en campaña.

Ahora, me dice un enterado de los medios, con Claudia las cosas serán diferentes, ella ya no riñe con los periódicos y periodistas que son enemigos abiertos del presidente, ella trata de tejer y, en algunos casos, seguro ya hay convenios y se terminará la sequía para la mayoría, exceptuando La Jornada, que fue el diario que gozó de todos los apoyos presidenciales, y unos moneros por ahí.

¿Serán mujeres? El INE mandó un warning donde pide a partidos poner 5 candidatas mujeres a gubernaturas.

Pregunté en Veracruz a su presidente, Marlon Ramírez. La respuesta: “Hay que esperar y ver la renegociación de la definición de géneros en los 9 estados”.


EL FRACASO DEL MOSSAD

Los servicios de inteligencia, uno lo creería, de Israel, deben ser los mejores del mundo, arriba de la CIA y del M16 inglés y de todos.

Han sido un pueblo muy atacado y deben andar a las vivas, patria atacada desde hace tiempo, más o menos unos dos mil años por su judaísmo y en esta tierra, desde que Ben Gurion fundó el estado judío y la ONU les dio la bendición y les deseo mejor suerte, eso en 1948, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial y Hitler los persiguió por cielo, mar y tierra, desde ese tiempo con árabes y palestinos riñen.

Con su poderío han formado un vergel en Jerusalén, me lo cuenta un judío que allí ha ido, para el otro lado de la frontera con Gaza, la pobreza sobresale, hagan de cuenta Reynosa y Mc Allen, no por hablar mal de mí aldea, sino de los gobernantes que no han sabido invertir en sus ciudades.

Pleito añejo que han sentado a judíos y árabes los presidentes de Estados Unidos, muchos, y que un día Luis Echeverría, en sus locuras ancestrales, de gira por Medio Oriente envió a Emilio Rabasa, su canciller, a que hablara con ambos lados, creo que ni lo recibieron.

Pero Echeverría buscaba la ONU y si lograba sentar a estos dos, a Yaser Arafat y Rabin, saldría de gane.

Esa vez el que los sentó fue Bill Clinton. Pero siempre vivirán en el peligro. Fue una especie de Pearl Harbor, dicen los expertos, los tomaron desprevenidos, durmiendo una madrugada y los terroristas de Hamas llegaron matando y apresando gente.

Uno que ve todas las películas del Mossad, y leído sus libros inmortales de espionaje y ajusticiamiento, son los muchachos buenos de la película, sobre todo aquella histórica cuando mataron en la Olimpiada de Berlín, en Múnich a 11 de sus deportistas judíos y no descansaron hasta liquidar a todos los implicados.

Uno por uno.

Le llamaron ‘Cólera de Dios’, y fueron ejecutados todos.

AQUELLA GOLDA MEIR

Golda Meir (1898-1978), ahora que está latente la guerra entre Israel y el grupo terrorista de Hamas, es una cinta que vi apenas en las tele, actuada por la gran Helen Mirrer, o en Roku o en HBO o Netflix.

La mujer, que fue primera ministra de Israel y está en la historia como una de las grandes estadistas, solo atrás de Ben Gurión, el padre de la patria israelí, cinta ambientada en la década de los 70, Golda aborda momentos clave en la vida de quien fuera la primera ministra de Israel durante la Guerra de Yom Kipur, ocasionada por la sorpresiva intervención militar de Siria y Egipto en octubre de 1973.

La cinta muestra la férrea y a veces errática dirigencia de la septuagenaria Meir en el transcurso de las casi tres semanas que duró el conflicto bélico, como también su lucha contra el cáncer y los demonios internos ligados a llevar la corona en tiempos tan funestos.

Un halcón le había sugerido utilizar una bomba atómica. Golda por poco lo despide.

Una buena cinta, véanla.