A la gente no se la conoce bien hasta que no se ha tenido una verdadera pelea con ella. Solo entonces puede uno juzgar el carácter que tienen. Camelot.

LAS DISPUTAS (SALINAS PLIEGO-AMLO)


El país parece un ring de encontronazos.

De los de máscara contra cabellera.

O de esos de a tres caídas sin límite de tiempo.

Y aquí no hay árbitro ni referee que intervenga.

Dos poderosos riñeron la semana pasada. Uno de ellos cobra de presidente, AMLO, y el otro, es el tercer hombre más rico de México, dueño de TV Azteca, Elektra y Grupo Salinas.

Un tuitero de a deveras, porque le da vuelo a la hilacha y lo mismo nos enseña dónde y cómo vive, con sus yates y sus aviones y sus idas a los campos de golf, porque para eso ha trabajado, dice.

Es un férreo opositor de los gobiernicolas, y constantemente les mete unos zapes en su X, antes Tuiter.

Con la llenita Citlali, una morenista, se dieron duro y a la cabeza. Pero apenas el presidente se quejó, de que recibía duras andanadas en TV Azteca y no era el conductor, Javier Alatorre, el de Esta noche en hechossss.

No, era el dueño, dijo el presidente, y todo porque no quiere pagar unos adeudos millonarios que debe al fisco. Hasta ahí el primer llegue.

No fue lejos por la respuesta.

Ricardo Benjamín Salinas Pliego, el Tío Richie, que se anuncia en su antiguo tuiter como: ‘Domador de chairos, gobiernicolas y puercas’, y tiene un millón 680 mil seguidores, grabó en X un mensaje duro, donde, entre otras cosas, le dijo al presidente: “Echar culpas no resuelve nada y el país se está cayendo a pedazos”.

Eso le dijo en vivo y a todo color, y muchas cosas más, en un video que se puede ver y escuchar en su cuenta de X. Pero seguirán siendo amigos, dijeron ambos.

EL SABADAZO

Antiguamente, cuando alguien te quería joder o molestar, trataban de que se te detuviera en un sábado, porque ese día y el domingo no había jueces ni ministerios.

Se le llamó ‘Sabadazo’.

Es una expresión muy mexicana y Wikipedia la marca así: ‘Maniobra para impedir que un inculpado apele al recurso de amparo en días no hábiles’.

Pero aquí fue al revés, el presidente AMLO, que a diario se mete en broncas en su mañanera, arremetió contra el exprocurador Jesús Murillo Karam, detenido hace un año y cuatro meses, por el caso Ayotzinapan, donde la verdad que encontraron ahora es la misma verdad que en su puesto de procurador, existió y nació y no hay nadie que revierta ese crimen que fue de Estado, pero más lo fue de la delincuencia junto con autoridades municipales.

El caso quedó atorado. Ya no hay más. El único o uno de los únicos que purgan detención, es Jesús Murillo Karam, ahora hospitalizado y con siete dolencias, llegó con tres y anda en siete.

A sus 75 años de edad, este hombre está a punto de salir a prisión domiciliara, pero el presidente se enojó contra el juez que le dio esa facilidad y anunció a los cuatro vientos, que aquello había sido un ‘sabadazo’. Ok, venga pues.

LA OTRA RIÑA

Un polémico audio con la voz de Martí Batres echa más leña al fuego en la carrera por la candidatura de Ciudad de México.

El jefe de Gobierno sustituto niega haber dado órdenes para operar contra García Harfuch y dice que la grabación está hecha con inteligencia artificial, cosa que nadie creyó.

La candidatura del exjefe de policía no gusta al ala dura de Morena y, entre otras cosas en esa grabación se llevó ‘entre las patas’ a la periodista Viridiana Ortiz.

Ella se defendió, dijo así con inspirado acento:

“En los últimos días he sido blanco de ataques debido a un audio donde se menciona mi nombre en medio de una clara batalla electoral entre dos bandos.
Ustedes me conocen, saben que mis dichos están siempre basados en datos, información y evidencia, y que siempre me he manejado con ética profesional. Mis convicciones son solo mías.
Me acusan de seguir instrucciones para escribir contra un aspirante. Esto es absolutamente falso.
Con sólo ver mi trayectoria profesional y periodística, que es pública, pueden dar cuenta de que yo solo escribo lo que creo.
Estoy consciente de que, cuando uno habla a favor o en contra de un político en campaña, uno puede ser blanco de ataques de partidos, trolls pagados de uno u otro lado, e incluso de votantes fanatizados. Es desafortunadamente normal que esto suceda.
Lo que no es normal es que los ataques pretendan erosionar mi credibilidad, que es mi mayor valor como ser humano y profesional, y que se ensañen con mi género y mi cuerpo.
Sólo escribo estas palabras para mis colegas y queridos lectores, para dejar en claro que no tengo nunca, ningún político, jamás, me ha dado instrucciones de publicar una nota.
Yo dedico mi vida profesional a exponer las profundas injusticias de nuestro país criticando de frente y sin miedo al poder.
Escribir lo que escribo sería imposible si yo me rindiera ante los intereses políticos, económicos o partidistas de cualquier actor. Gracias a todos y todas quienes me enviaron sus mensajes de apoyo y cariño. Los atesoro”.

Fin de la historia.