De Gonzalo N. Santos: “La moral es un árbol que da moras”. Camelot,
EL EMBAJADOR EN MÉXICO
Hacía un buen rato que no sabía de él. Yo Mero, que presumo de saber muchas cosas y a veces no entenderle a ninguna.
Tuitero ahora en X, muy temprano publicó uno donde ponía una foto de la afamada y bella librería El Péndulo, y se quejó de que, cuando fue embajador de Estados Unidos en México. no la conoció.
La llegada de Christopher Landau y su familia a México, como embajador de Donald Trump, creó un espacio en las relaciones diplomáticas que pocos habían llenado.
Aquí hemos tenido embajadores bravucones y uno de ellos hasta ayudó al derrocamiento de Francisco I, Madero, asesorando al chacal Victoriano Huerta, cuyo libro terminé de leer apenas, Victoriano El Indio.
Hubo uno al que Felipe Calderón se quejó con su homólogo presidente, y lo cambiaron en dos que tres, no recuerdo si era John Gavin, pero uno de esos.
Aunque Christopher fue otra cosa.
Recorría los mercados artesanales y desayunaba lo mismo en fondas que en restaurantes de prestigio.
Fue un embajador Xingón, diría Xóchitl. Este abogado y diplomático nacido un septiembre de 1963, a sus 60 años solo ejerció de embajador por tres años, luego, su patrón Trump perdió la reelección y tuvo que ahuecar el ala y se marchó.
Pero quiso y quiere mucho a México y no deja de hablar de nosotros en su red social, cuando llegó a México invitó a un tuitero a desayunar, solo porque algo habían comentado en tuiter y, un día llegó a Veracruz a invitación del maestro fotógrafo, Hugo Garrido, de Notiver, que lo retó mediante una foto a que visitara Veracruz y allí llegó, por la invitación de Garrido.
Cuando escribió de El Péndulo, me acordé que esa librería, una creo que la de Cuauhtémoc, la conocí y compré un par de libros, tienen varias en la Ciudad de México, llamadas Cafébrerías y, aunque la gente opina que la mejor y más grande y bella del mundo, es el Ateneo de Buenos Aireas, que también conocí una vez que anduve por allá de andanzas, esta mexicana no canta mal las rancheras.
LAS MAQUETAS CHAFAS
Dicen los jarochos, que son expertos en decires, que esas maquetas que ha presentado el gobierno de Cuitláhuac García, de lo que pretende ser el estadio Luis Pirata Fuente, es pura jalada. Como si fuera fake news.
Maquetas van y maquetas vienen y una cosa es mostrarlas así y otra ver cómo va el avance de la obra, que parece potrero.
Si lo van a dejar como tienen las carreteras veracruzanas, más vale que se lo concesionen en comodato a algún empresario futbolero, que le quiera meter dinero y las manos.
Porque ese Pirata tiene su historia.
EL ARCHIVO ORIZABEÑO
Ayer me di una vuelta en mis caminatas mañaneras, haciéndole al reportero que todos llevamos dentro, y entré a la Casona de Oriente 4 y Sur 9.
Una bella y vieja casona que el expresidente municipal, Enrique García Vera (QEPD), rescató y compró para el Ayuntamiento, porque los anteriores propietarios ya la iban a derrumbar.
Enrique le metió la lana de los orizabeños, alma, corazón y vida y se convirtió, al paso de los años, en El Archivo Municipal.
Una casona que también tiene historia antigua, como todo lo de Orizaba de los tiempos pasados, con sus techos de tejas y sus fuentes al centro de los patios.
Muchas de ellas hoy son restaurantes y cafeterías y aquí se han conservado, algunas, gracias, a que en su tiempo se pudo recuperarlas.
El Archivo pueden visitarlo o, para conocer la Casona, o consultar algún documento histórico. Vale la pena verla.