De Benedetti: “Se despidieron y en el adiós ya estaba la bienvenida”. Camelot.
EL AÑO SE VA
Comienza la cuenta regresiva del año que se va.
En la neoyorkina esquina de Times Square, el último día del año, las campanas vuelan y la vida inicia otro año y otros derroteros.
En Veracruz miran el amanecer, ‘haiga norte o no haiga’, desde el malecón veracruzano, algunos todos trajeados, otros con sus jeans o cómo quieran llegar, a ver el nuevo amanecer de ese mar jarocho, que es bello como pocos.
En Orizaba se implantó desde hace uno o dos años, recibir el 31 en Polifórum, con pachanga, cuetes, luces, y la parafernalia que rodea recibir y despedir ese año que se va y el que viene.
Las ciudades están llenas, se contagia el espíritu navideño y llegan las familias de fuera, para reunirse con los suyos, que aquí viven.
La hotelería debe estar casi llena, no he ido a hacer mi consulta Mitofsky cuenqueña, pero no tardo.
LA ENGORROSA AUTOPISTA
Quitando el quebranto de meterse a la autopista de Capufe de Orizaba a Veracruz, que a veces llega más rápido el hombre a la luna, que uno en ese camino intransitable.
Una lectora escribió y dio su punto de vista:
“El punto de conflicto de la intersección Paso del Toro Santa Fe con la autopista Córdoba – Veracruz, se puede solucionar parcialmente levantando los topes que se encuentran saliendo de la nueva gaza rumbo a Xalapa (lugar donde está una carretera que lleva a Medellín y donde está la granja de pollos).
Otra alternativa, tienen que poner más puntos de cobro en la caseta, por ejemplo, en la autopista México-Puebla, Capufe, en esta temporada a 30 mts., coloca casetas provisionales cobrando anticipadamente para agilizar el paso.
Todo esto se puede solucionar aplicando la teoría de colas que hace más de un siglo los matemáticos nos pusieron a disposición una metodología para evitar estas circunstancias.
El conflicto vial en las carreteras es una manifestación de la crisis vial.
Se dejó de invertir en la infraestructura: carreteras, pasos a desnivel, casetas autopistas y estamos llegando a un punto de crisis como se manifestó en la década del 80, a la crisis de ferrocarril le llamaron "cuello de botella".
Hoy los cuellos de botella están en las carreteras por la ineficiencia de quienes dirigen la SICT y CAPUFE.
Por otro lado, estas autoridades han dejado libres, sin responsabilidad a los concesionarios, por ejemplo la autopista Cardel-Xalapa en total abandono.
Visitar Veracruz por esa ruta es llegar a la ciudad del abandono.
La autopista Perote-Libramiento Xalapa se encuentra en igual situación que ocasiona frecuentes accidentes, en una zona de niebla carente de señalización especializada, cómo lo tienen las autopistas en el mundo por normas internacionales.
Aquí si los españoles se pasaron, se llevan todas las utilidades sin el cumplimiento.
Están pensando en trenes de pasajeros para Veracruz, cuando el gran problema de la vialidad está en las carreteras y autopistas.
En términos veracruzanos, están fuera de foco.
Hay que ir pensando en revocarles las concesiones y buscar una alternativa de administración eficiente”.