De Sartre: Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo. Camelot.

EL INDIO VICTORIANO

Día de Reyes, desperté temprano, horario de lechero de los de mi pueblo, que a caballo y con un impermeable, por si llovía, con los cántaros o peroles que los abrían cuando caía la lluvia un poco para purificar la leche y volverla más light y que los litros dejaran un poco más de ganancia, estampa ya perdida porque, desde que la leche la envasaron esos de Lala y Nestlé y las venden todas las tiendas, desde las de esquinitas hasta las grandes, Chedraui y Wall Mart y El Fénix, los lecheros pasaron a la historia.

Pues temprano, al no poder dormir, le di el cierre y jaque mate al libro escrito por Gustavo Vázquez Lozano, ‘El Indio Victoriano’.

Un buen libro de 400 y pico de páginas, que te lleva desde que Victoriano Huerta anda de joven internándose en la pepena con los militares, hasta la Decena Trágica, cuando un Golpe de Estado orquestado por muchos y avalado por los yanquis y su embajador Henry Lane Wilson, considerado el peor embajador de Estados Unidos enviado a México, que se sumó y apoyó la caída de Francisco I madero, en aquel famoso Pacto de la Embajada, el autor tuvo que haberse sumido como ratón de biblioteca a buscar las datos de este dictador que casó con mujer jalapeña y que, en su ex época de gloria de presidente de 18 meses, fue llamado de todo: Chacal, dictador, usurpador, sanguinario, alcohólico, hiena, indio, que también era un insulto, de todo, y él contó su verdad, a veces sincera, no entendió en aquel tiempo que, al asesinar a Francisco I Madero y a Pino Suarez, el vicepresidente, lo llenaría de honor y gloria y lo encumbraría a ser casi un santo y un mártir y no hay calle de pueblo principal mexicano que no lleve su nombre (En Orizaba existe calle principal que lleva el nombre de Madero, ninguna de Pino Suarez, pero de Madero un Xingo, diría la Xóchitl).

No les cuento mucho, compren el libro, lo leerán de principio a fin, como acabo de terminarlo.

El narrador escritor, te lleva de la mano por todos los capítulos históricos, como una vez nos llevó el gran Martín Luis Guzmán, contando sucesos de la Revolución Mexicana.

Huerta fue astrónomo, matemático, geógrafo y gente de Benito Juárez y un tiempo de Porfirio Díaz. Murió a inicio de 1916.

Su cadáver permaneció durante 20 años en un ataúd en un almacén y luego en un mausoleo con aspecto oriental, dice el autor.

Cayó Huerta y luego todos contra todos terminaron matándose, por ese poder que, cuando llega, destruye conciencias y a hombres los hace ambiciosos.

Buen libro, cómprenlo.

LA MUERTE DE CARLOS BREMER

Bien lo decía Gabriel García Márquez, ahora se está muriendo gente que antes no se moría.

Todas las ausencias duelen.

Todas las muertes fastidian a las familias y las sumen en el dolor.

No hay muerte que no impacte entre amigos y la familia, lo mismo cuando se muere jóven, que cuando se muere ya en la plenitud de la vejez.

Todas las muertes deben ser inútiles.

Pero es la ley de la vida, el nacer y morir, lo dice la canción.

Pero cuando muere una gente de bien, el impulso en el país se siente.

Murió el empresario Carlos Bremer, dueño de Value una financiera exitosa, hombre muy ligado a programas sociales de deportes, amigo de Luis Miguel y de Canelo Álvarez y de todo el mundo con quien lograba reunirse.

Muy querido, por su mismo equipo de financieros. Gente muy altruista se supo de apoyos a niños con cáncer, a gente necesitada que requería de una operación y él le entraba con su dinero.

Muchas veces trascendía, otras no se sabía.

Con Veracruz estaba inmerso en proyectos deportistas. Las esquelas hablan del dolor que dejó su muerte.

Diario El País: Carlos Bremer Gutiérrez ha muerto este viernes a los 63 años por las complicaciones de un preinfarto que sufrió el martes pasado.

El empresario regiomontano había sido ingresado esta semana al hospital después de desvanecerse en las oficinas de su grupo financiero ubicadas en San Pedro, en Nuevo León.

“El señor Carlos Bremer Gutiérrez, presidente del consejo de administración y director general de esta emisora, falleció el día de hoy, 5 de enero, en un hospital del área metropolitana de Monterrey, debido a complicaciones derivadas del desvanecimiento que sufrió”, reveló a través de un comunicado en la Bolsa Mexicana de Valores.

Amigo de Luis Miguel, aficionado al béisbol, el hombre de negocios forjó su nombre en el mundo financiero desde muy temprana edad.

Bremer Gutiérrez, egresó de la carrera de Contaduría por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y a los 19 años comenzó a trabajar en la casa de bolsa del Grupo Banpaís.

Después, en 1985, fue uno de los gestores de Ábaco Casa de Bolsa, hasta que en 1993, a la edad de 33 años, asumió la dirección General de Value. Bajo su gestión, el grupo financiero incrementó su capital contable y la penetración de mercados a nivel nacional. Descanse en paz.