Y cuando despertaron, ya tenía chamba. Camelot.
EL INÚTIL CON CHAMBA
Escribo esto el día que, en la mañanera la presidenta, Claudia Sheinbaum, le dio un hueso al inútil exgobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.
Lo nombró director de una cosa llamada Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas). Uffff y recontra ufff, diría El Perro Bermúdez.
Algunos lectores en las redes, comentan que es un tipo nefasto, y que ese cargo menor y pequeño es un insulto a él y a Veracruz. Difiero, será un insulto a él no a Veracruz.
Veracruz corrió con mala suerte el día que llegó pegado a las valencianas de AMLO y ganó la gubernatura, para mal de nosotros.
Fue una gente que gobernó lleno de rencores y odios, a sus adversarios y enemigos les aplicó la Ley de Herodes, a muchos les fijó Prisión Preventiva y todavía algunos están purgando tiempo en esa fría cárcel de Pacho Viejo, el sitio adonde él debía estar por los agujeros que dejaron él y algunos de sus secuaces, que brindaban locos de contentos con su cargamento para la ciudad, como dice la canción del Jibarito.
Mal hacia el presidente AMLO cuando, cada que llegaba a Veracruz, y por golpear a sus adversarios que ahora son sus leales, nos lo ponía como un prócer de la patria, reflejo de la honradez y lo comparaba con Adolfo Ruiz Cortines, mala comparación, don Adolfo se debió haber revolcado en su tumba, cuando todo Veracruz sabía de sus trrastupijes y hoyos que le dejó al erario.
Aún hay gastos millonarios que no puede comprobar.
Dejó un tiradero y un cochinero y en los pocos lugares donde metió mano, aquello lo enredó como queso gruyere, como el tramo de salida de la autopista Capufe en Paso del Toro, que su S de salida creó amontonamientos y la tuvieron que clausurar.
Tipo con mal talante para gobernar, alguna vez se sacó la lotería y hoy se la vuelve a sacar, porque la 4T premia a sus gobernadores, haiga sido como haiga sido, y los mete a la nómina suculenta que la patria da sus hijos preclaros.
Pobre Veracruz.
CITA EN SAMARRA
Había en Bagdad un mercader que envió a su criado al mercado a comprar provisiones, y al rato el criado regresó pálido y tembloroso y dijo:
“Señor, cuando estaba en la plaza del mercado una mujer me hizo muecas entre la multitud y cuando me volví pude ver que era la Muerte. Me miró y me hizo un gesto de amenaza; por eso quiero que me prestes tu caballo para irme de la ciudad y escapar a mi sino. Me iré para Samarra y allí la Muerte no me encontrará”.
El mercader le prestó su caballo y el sirviente montó en él y le clavó las espuelas en los flancos huyendo a todo galope.
Después el mercader se fue para la plaza y vio entre la muchedumbre a la Muerte, a quien le preguntó:
“¿Por qué amenazaste a mi criado cuando lo viste esta mañana?”.
“No fue un gesto de amenaza, le contestó, sino un impulso de sorpresa. Me asombró verlo aquí en Bagdad, porque tengo una cita con él esta noche en Samarra”.
O sea, cuando te toca, te toca.