De Joan Manuel Serrat: “Si un día para mi mal viene a buscarme la parca... Empujad al mar mi barca con un levante otoñal y dejad que el temporal desguace sus alas blancas y a mí enterradme sin duelo, entre la playa y el cielo. Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo a la genista. Cerca del mar porqué yo nací en el Mediterráneo”. Camelot.
LAS TUMBAS HERMOSAS
Espiando en las páginas del Instagram encontré un comentario con foto de Stefan Zweig donde señalaba a la tumba de Tolstoi de ser la más bella del mundo, en Rusia:
“No he visto en Rusia nada más grandioso e impresionante que la tumba de Tolstoi. Ese augusto monumento, venerable centro de peregrinación de las generaciones futuras, queda desplazado y solo, sombreado en el bosque”.
Es tumba sencilla, cubierta solo de pasto. Ahora escribo poco de política. Hablo de vivos y muertos.
De magnicidios.
De paisajes y de cosas mundanas, que interesen a los lectores.
Los panteones ilustres son los franceses, porque allí hay grandes figuras y grandes escritores, entre ellos Julio Cortázar y nuestro Carlos Fuentes y también don Porfirio Díaz, que aun los mexicanos se niegan, al menos las autoridades, a regresarlo a que descanse en paz en su tierra.
En mis periplos por el mundo he ido a algunos panteones, he visto las tumbas de Eva Perón en Argentina y del cantor de tangos, Carlos Gardel, también la de los Kennedy y Lincoln no, porque ese hombre está sepultado en otro estado que nunca visito, esa tumba se encuentra en el cementerio de Oak Ridge en la ciudad de Springfield, en el estado de Illinois. Allá no he ido.
Vi la de Franco cuando aún lo dejaban estar en el Valle de los Caídos, pero de allí la grilla hizo que sus restos se fueran a otro lado, al panteón del Cementerio de Mingorrubio (El Pardo, Madrid).
Desde 2019 acoge los restos de Francisco Franco tras su exhumación del Valle de los Caídos.
En la cripta ya reposaban los restos de su esposa, Carmen Polo.
Reja exterior del panteón de Franco en el Cementerio de Mingorrubio.
Hay muchas famosas.
Huyendo del franquismo, Antonio Machado llegó a morir a Francia, y su cuerpo descansa en cementerio de Collioure, donde españoles han querido repatriar su cuerpo y las autoridades francesas no lo permiten.
La gente que la visita le deja cientos de cartas y hay un Museo donde allí las recogen y las exhiben. Gran poeta.