Salvador Muñoz
Los Políticos
Está visto quién de la Cuarta Transformación le hará el quite a Rocío Nahle cuando Miguel Ángel Yunes Linares lance embates contra la candidata… sí, el mismo que siempre le hace “el paro” a Cuitláhuac cada vez que se le atraviesa un panista y más si éste es Yunes: Juan Javier Gómez Cazarín.
Hay que dejar en claro dos cosas en torno a estas escaramuzas que de seguro, hemos de ver en Gómez Cazarín contra Yunes.
La primera, es que desde que inició su precampaña Rocío Nahle, advirtió y dejó en claro que ella no se iba a subir a ningún ring por más que atizaran el fuego, de ella ni las pavesas sacarían…
Por cierto, es la misma estrategia que todo indica, ha de utilizar Claudia Sheinbaum cuando en reciente declaración pidió más propuestas, menos ataques…
La segunda, una que llama la atención, es la actitud “sacatona” de Cuitláhuac cuando ante los medios, dice que no responderá los “mameyazos” que le metió Yunes Linares para no entrar en debate electoral, pero en sus redes, ¡huy!
¡Muy valiente dedicándole una foto de Miguel Ángel Carmona de hace ya casi seis años!
Sí, algo así como “avienta la piedra, esconde la mano”.
Volviendo al papel que parece le toca jugar a Juan Javier Gómez Cazarín, el de peleador callejero, hay que resaltarlo porque es claro que en el gabinete de Cuitláhuac, bien se podría parafrasear a García Márquez con “el Gobernador no tiene quien lo defienda”.
¡Ah, pero eso sí! Ya están algunos con un pie fuera para buscar un cargo en espera de que el efecto AMLO todavía les dé el coletazo.
Y si hacemos memoria, pocos morenos realmente alzan la voz para entrarle al quite y defender a García Jiménez, que si bien, desde un punto de vista muy personal, muy particular, se me hace indefendible.
Gómez Cazarín, como titular de la Jucopo, no cumple con el quehacer político que le compete… quizás lo haga como díputado, como moreno, como militante, y en una de ésas, más como amigo, lo que lleva a pensar que si Cuitláhuac los cuenta, muchos dedos le han de sobrar y más a estas alturas del partido cuando el Gobernador en turno empieza a sufrir la fría soledad que conlleva el ir perdiendo cada día que pasa, poder.
Lo que sí es cierto, es que Gómez Cazarín no le saca a ponerse los guantes con Miguel Ángel Yunes Linares, pero se pasa desapercibido un pequeño detalle: falta ver que el choleño se suba al ring con el de Hueyapan.
La estrategia política dicta que no… como sea, Gómez Cazarín ya tiene designado su papel: además de defensor de la 4T, defensor de Cuic y lo será de Nahle, no por broncudo, sino porque es claro que es el único que puede hacerlo.
PD Hablando de pleitos, riñas y camorras, muy fuerte el chisme que se da en el círculo nahlista, donde dicen (no me crean, yo sólo cuento el chisme) que se agarraron a madrazo limpio Pepe Peña y Eleazar Guerrero… ¿será?