EL DESGARRIATE

“mi pecho no es bodega” es porque precede a alguna regazòn, indiscreción, o alguna información estridente, que por lo regular es en contra de los propios intereses de su movimiento o gobierno.

Muchas veces nos hemos enterado, sin querer, de cosas que pasan o de errores que se confiesan y ventilan ante todos los medios de comunicación y la opinión pública sin que nadie los hubiera pedido. 
 
Así, por ejemplo, nos enteramos cuando puso a hablar a los representantes de Birmex en una mañanera para explicar cómo iba la nueva megafarmacia del bienestar, y el representante dijo que había surtido, en casi un mes, un promedio de 5 recetas diarias; un bodegón que le compró el gobierno a Liverpool en más de 2 mil millones de pesos para, según, hacer una farmacia en la que nunca volvieran a faltar las medicinas, y se armó una escandalera en redes y noticieros pues, cómo era posible tanto gasto para tan pobres resultados, o sea, pero qué necesidad, jajaja.

Lo cierto, es que, hasta el día de hoy, a cinco años y meses de gobierno han muerto, solo en los últimos nueve meses, 1,608 niños de cáncer, no todos obviamente han sido por falta de quimioterapias, pero se infiere que una gran mayoría sí. 
 
Y así por el estilo, han sido muchas veces, que servidores públicos o el propio presidente den a conocer información delicada que se voltea como boomerang y que no tenían ninguna necesidad de hacerlo, un claro ejemplo de ello, es solo la semana que pasó, donde la primera indiscreción fue del propio presidente, informándonos que en los tiempos de Arturo Zaldívar como presidente de la corte, cada vez que había un caso difícil de resolver (puso el ejemplo del caso Lozoya) le llamaba a Zaldívar, como si fuera una dependencia del ejecutivo federal, para que tomara cartas en el asunto y hablara con los jueces para resolver conforme a los intereses del poder ejecutivo (¡eso lo dijo él mismo!) por supuesto que esa noticia invadió las redes, por la evidente confesión de que el poder judicial estaba sometido por el ejecutivo, con el consecuente descrédito, ya de por sí grande de Arturo Zaldívar, quien pasó de ser un reconocido y extraordinario jurista en México, a un sirviente grilloso de campaña, y que ahora con esta declaración del presidente, la historia lo va a ubicar en el basurero de la historia. 
 
La segunda, por supuesto fue la noticia, según el New York Times, de que existieron investigaciones del gobierno de Estados Unidos que indicaban nexos de la delincuencia organizada con personas cercanas al presidente, incluso a sus hijos.

El presidente por supuesto brincó fuera de sí, y eso pudo haber estado bien, pues defendió su dignidad y la soberanía de todos los mexicanos, lo que no estuvo nada bien, es que en esa misma conferencia reveló el teléfono particular de la corresponsal del New York Times para México, América latina y el Caribe, lo que desató airadas críticas en las redes sociales y en todos los medios de comunicación, ya que no solamente se estaba incurriendo en una indiscreción, sino también en una falta a la ley, pues el IFAI inició una carpeta de investigación de inmediato, por divulgar información personal como teléfono, dirección o ubicación de cualquier persona en este país, sea o no periodista o servidor público. 
 
Inmediatamente se armó un desgarriate, con las hoy “malditas”, redes sociales jajaja, pues alrededor de la 1:15 de la tarde, se comenzaron a filtrar los teléfonos personales de Claudia Sheinbaum, Mario Delgado, Jesús Ramírez Cuevas, ¡hasta de Noroña! y del propio presidente AMLO, y el desmadre empezó, con el número de su hijo José Ramón, y no aguantaron vara, ni él ni el presidente, pues se quejó de inmediato que no se valía que hubieran filtrado el teléfono de su hijo, cuando él acababa de confesar, en su conferencia mañanera, que sí había hecho deliberadamente la filtración del teléfono y ante pregunta de la corresponsal de Univisión, dijo que lo volvería a hacer si lo difamaba alguien, pues el presidente estaba, incluso, por encima de la ley, pues la reportera le había dicho que eso violaba la ley y que si a la reportera le incomodaba, pues que cambiara de teléfono, o de número “y ya” jajaja.
 
La prensa registró que José Ramón López Beltrán en su cuenta de Threads: denunció que fue objeto de un acto de invasión a su privacidad pues aseguró que su número telefónico fue filtrado.

“Este acto, que entiendo como una forma de venganza y un intento de hacer daño, no solo me afecta a mí, sino que también pone en peligro a mi familia y a la seguridad que merecen”, escribió López Beltrán en un mensaje durante las primeras horas del 24 de febrero, y la acusación del hijo del mandatario mexicano ocurre luego de que López Obrador defendió su decisión de dar a conocer el teléfono celular personal de la reportera de The New York Time, Natalie Kitroeff.

Durante su conferencia en Palacio Nacional el pasado 23 de febrero, AMLO fue cuestionado por la periodista Jésica Zermeño respecto a su decisión de revelar la información, a lo que el presidente mexicano aseguró que tiene “autoridad moral” y que la libertad está por encima de las leyes de transparencia y protección de datos personales.

Agregó que en México “la vida pública es cada vez más pública” y destacó que no ve error en la publicación del teléfono de la periodista.
 
Claudia Sheinbaum también escribió:

“El día de hoy he estado recibiendo llamadas sin parar y mensajes de odio (como el que muestro) pues alguien publicó mi número de teléfono en redes sociales.”
 “No soy un Bot, usted no me representa #NarcoCandidataClaudia, #NarcoDictadorAmlo, #NarcoGobiernoMorena, #NarcoPresidenteAmlo ¿Quiere echarle la culpa a alguien? acuda a palacio y quéjese con su patrón”. 
“Es obvio lo que quieren hacer de nuevo, sus ataques son tan burdos como inofensivos. Los números que deberían preocuparles son los de las encuestas. A cambiar el número de teléfono. Que tengan buen día”.

 Después Citlalli Hernández, la secretaria general de Morena a nivel nacional también publicó:

“Esta es la derecha mexicana y sus miserias. Desde ayer en la noche filtraron los números de varias personas visibles de la 4T.”
“Es un ataque orquestado, financiado y lleno profundamente de elementos fascistas, nos mandan mensajes de texto, WhatsApp, mensajes en telegram y nos llaman sin parar. 

Buscan “aniquilar” psicológicamente a quienes ellos consideran sus “enemigos”.

Se desnudan de cuerpo entero y ojalá quienes les apoyan de manera genuina logren ver su hipocresía”. 
 
O sea que cuando es pa’ allá, está bien, pero cuando es pa’ acá, no, jajaja, lo mismo pasó en el juicio de García Luna el cual argumentaba en su defensa que no había pruebas y que la acusación solo estaba basada en puro dicho de testigos protegidos, cosa que los morenos obviamente alabaron, pero ahora que los tres reportajes que vinculaban a Morena con el narcotráfico, tanto de la campaña del 2006, como ahora el de The New York Times del 2018, en que dicha información solo estaba basada en testigos protegidos, también sin presentar ninguna prueba.

Pues, esta es la mejor señal de que ya arrancaron las campañas políticas en nuestro país y en los Estados Unidos, en el caso de México, el día 1, prepárese usted estimado lector/a para soportar el bombardeo de pinche mil spots de radio y televisión de todos los candidatos y partidos políticos ya que se contarán por ¡centenas de miles!... que Dios le ayude a soportarlo jajajaja. 
 
Las Co-mentadas, en el 2299 324633 jajajaja.