EL TIEMPO Y LA VIDA
Luis Antonio Pérez Fraga
Sin tiempo no hay vida y viceversa.
A veces creemos que se necesita demasiado tiempo para vivir la vida, y también que se necesita mucha vida para pasar el tiempo, pero ni lo uno ni lo otro; ambos van de la mano.
A la vida hay que ofrecerle mayor calidad de tu tiempo, y con el tiempo que hay, hay que disfrutar la mayor cantidad de vida.
Lo poco o lo mucho que nos quede de vida debemos disfrutarla, gozarla y sentirla con la mejor calidad posible de tiempo.
Esos minutos que se le dedican a una plática ilustrativa o cariñosa con algún familiar, hijos, padres o amigos no son borrados por el tiempo, mientras mayor calidad de tiempo le demos a nuestras familias, a nuestros amigos y a las personas que nos rodean mayor será el gozo y el disfrute, no solo de nuestro tiempo, sino también de nuestra vida.
A continuación, les voy a compartir dos hermosos pensamientos de anónimos autores que al respecto del tiempo y la vida me dejaron impactado.
LA VIDA
Le pregunté a la vida, qué necesitaría hacer para que esta me durara muchos años…
―Solo víveme ―me contestó.
―Pero todo lo que se usa se acaba, le respondí.
―Y lo que no usas caduca, replicó Así que disfrútame sin pensar cuánto dure, víveme sin pensar en el tiempo, gózame porque solo una vez pasaré por tu existencia.
Y tras una pausa siguió diciéndome: ―Soy sólo momentos, a veces miel, otras, limón amargo.
Camina, no corras, deléitate en el recorrido, baila bajo las bendiciones que caen en forma de lluvia desde el cielo.
Da gracias cada día por la suerte de existir, las ganas de esperar, la fuerza de resistir, pero sobre todo la humildad de agradecer.
No siempre tienes que ser fuerte, también se vale respirar las debilidades.
Lucha, valora, sé feliz con lo que tienes y no sufras por lo que te falta, la felicidad no tiene receta, cada quien la prepara con sus propios ingredientes.
Sé realista al escribir tus prioridades, porque quizá no tengas tiempo de pasar la lista en limpio.
Sigue aprendiendo de ti mismo, que el aprender es infinito, y concluyó diciendo:
Deja ya de preocuparte tanto, el pensar no te quita las penas del mañana, solo te quita la alegría de tu hoy. «La vida es un camino, vivir es caminarlo».
EL TIEMPO
Miércoles a las 8:00 am, llegué puntual a la escuela de mi hijo:
“no olviden venir a la reunión de mañana, es obligatoria” fue lo que dijo la maestra un día antes, entonces yo pensé:
¿Qué le pasa a esta maestra que cree que podemos disponer fácilmente de nuestro tiempo y que no tenemos trabajo y que ella puede organizarnos a la hora que diga?
Si supiera lo importante de la reunión que yo tengo mañana a esa misma hora no nos estaría convocando, pues de ella dependía un buen negocio, pero tuve que cancelarla.
Pero ahí vamos todos, papás y mamás y de pronto la maestra empezó puntual, claro agradeció por nuestra presencia y empezó a hablar, no recuerdo ni qué dijo, mi mente estaba divagando pensando en cómo iba a resolver ese negocio tan importante pues ya me imaginaba comprando una nueva televisión, dando la cuota del carro.
De repente escuché a lo lejos: ¡Juan Rodríguez! ¿No está el papá de Juan Rodríguez?
Si estoy aquí, contesté pasando al frente a recibir la boleta de mi hijo
Regresé a mi lugar y me dispuse a verla y pensé ¿para esto vine? ¿Qué es esto?
La boleta estaba llena de 6 y 7.
Guardé las calificaciones inmediatamente escondiéndola para que ninguna persona pudiera ver las porquerías de calificaciones que había obtenido mi hijo.
De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba: pero si le doy de todo, no le falta nada ahora si le va a ir muy mal a este chico, llegué a la casa, azote la puerta y grité: ¡Juan, ven acá! Juan que estaba en el patio corrió a abrazarme y le dije: que papá ni que nada, lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuántos azotes le di al mismo tiempo que le decía todo lo que pensaba de él y terminé con: te me vas a tu cuarto; Juan se fue llorando, su carita estaba roja y su boquita temblaba, mi esposa no dijo nada, solo movió la cabeza negativamente y se metió a la cocina.
Cuando me fui a acostar más tranquilo mi esposa se acercó y entregándome la boleta de calificaciones de Juan me dijo: léelo, despacio y después toma una decisión, al leerla vi que decía boleta de calificaciones calificando a papá yo más sorprendido que nadie comencé a leer:
-Por el tiempo que tu papá te dedica a conversar antes de dormir: 6
-Por el tiempo que tu papá te dedica para jugar contigo: 6
-Por el tiempo que tu papá te dedica para ayudarte en tus tareas: 6
Las lágrimas comenzaron a aparecer en mi rostro.
-Por el tiempo que tu papá te dedica a salir de paseo con la familia: 7
-Por el tiempo que tu papá te dedica a contarte cuentos: 6
-Por el tiempo que tu papá te dedica en abrazarte y besarte: 6
-Por el tiempo que tu papá te dedica para ver la televisión contigo: 7
-Por el tiempo que tu papá te dedica para escuchar tus dudas o problemas: 6.
-Por el tiempo que tu papá te dedica para enseñarte cosas: 7
Calificación promedio 6.22. Los hijos habían calificado a sus papás, el mío me había puesto 6 y 7, sinceramente creo que me merecía 5 o mucho menos.
Me levanté corriendo y fui a la recámara de mi hijo, lo abracé y lloré, me hubiera gustado poder regresar el tiempo, pero eso era imposible Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por las lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: te quiero papá, cerró sus ojitos y se durmió.
¡Despertemos papás!
prendamos a darle el valor a aquello que es importante en la relación con nuestros hijos ya que gran parte de ella depende el triunfo o fracaso de sus vidas.
Y tú ¿te has puesto a pensar qué calificaciones te darían hoy tus hijos?
CHISTORETE
Mi esposa y yo estábamos ya listos para irnos a una fiesta.
Prendí la luz de la cochera y activé la contestadora.
Tapé la jaula del perico, saqué la gata al patio y pedí un taxi por si regresaba algo alcoholizado.
Llegó enseguida.
Al abrir la puerta para salir, la gata que estaba ya en el patio, se metió hecha madre a la casa, pero no podemos dejarla adentro porque siempre está tratando de comerse al perico.
Entré para atraparla y sacarla nuevamente al patio; subió rapidísimo las escaleras y tuve que perseguirla.
Mientras tanto, mi esposa va y se sienta en el taxi.
Para que el taxista no sepa que no habrá nadie en casa durante la noche, le dice al chofer:
—Mi marido viene enseguida; subió a despedirse de mi mamá. Unos minutos después, me meto al taxi y digo...
—Perdón la demora. Y dirigiéndome a mi esposa le digo en voz alta...
—La muy cabrona estaba escondida bajo la cama. Tuve que lazarla con una cuerda para sacarla.
Trató de escaparse, así que la agarré del cogote y le di unos chingadazos para calmarla, pero comenzó a sacudirse como loca y la tuve que envolver en una manta porque la jija de la chingada me quería arañar.
Así que para evitar que se escapara, la arrastré de la cola por las escaleras y la tiré al patio...
¡Pinche loca! ¡Siempre es un pedo con ella cada vez que salimos! Los ojos de mi vieja se salían de sus órbitas.
Y el taxista … PARÓ EL AUTO, ME ESTRECHÓ LA MANO DICIENDO:
—¡¡¡ESOS SON HUEVOS... Lo llevo gratis.... ¡¡¡Es Usted mi nuevo ídolo...!!!
P.D.- Con mi pésame más sentido a todos los familiares, amigos y reporteros, por la injusta muerte de Miriam Serrano Gamboa debajo de las llantas de un camión de pasaje en Veracruz.
Después de muchos reclamos, trabajo y voluntad de los permisionarios, por muchos años casi se habían erradicado los accidentes, y ahora desgraciadamente una profesional y muy trabajadora periodista e hija ejemplar pierde la vida.
QEPD Miriam.
Dios te guarde en su gloria.
Las Co-mentadas en: lperezfraga@yahoo.com.mx
