LA RESILIENCIA


Luis Antonio Pérez Fraga
 
En fechas recientes un autor muy importante de origen francés Boris Cyrulnik que escribió un libro que dio la vuelta al mundo que se llama “Los patitos feos” empezó a utilizar el concepto de resiliencia, esa palabra se adaptó desde la física ¿qué es resiliente?

Es un material que tú lo puedes doblar y vuelve a su posición, lo puedes golpear y vuelve a su posición, un plástico que doblas y regresa a su posición es resiliente (seguramente usted ha visto a algún juguete así).

Trajo ese concepto de la física a las personas y ahora está muy de moda y se usa mucho. 

La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras.

Las personas resilientes suelen ser personas con pensamiento lateral, disfrutan de los pequeños detalles del presente y viven plenamente el aquí y el ahora, una de las formas más sencillas de ser positivo en el día a día y de saber relativizar los problemas.
 
¿Quién es una persona resiliente? Una persona que sabe en un momento determinado soportar, regresar a lo que era después de los golpes.

Es la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, transformar el dolor en fuerza motora para fortalecerse y salir fortalecido de ellos, una persona resiliente comprende que es el arquitecto de su propia vida y de su destino, es una persona que a pesar de los problemas regresa, pero ese concepto de la resiliencia es un concepto que se ha quedado desde otro punto de vista limitado, el genial doctor Lozano Diez nos cuenta que hay otro autor que es el que trae la palabra “antifrágil” que es un autor de origen libanés llamado Nicholas Taleb y lo que habla es que la antifragilidad no solamente es soportar los problemas y quedar igual. No.

Sino que los problemas son necesarios para hacernos mejor como personas, o sea, que la antifragilidad lo que supone es que las personas necesitamos de las adversidades para crecer y lo dice de una manera bastante lógica, la antifragilidad es una capacidad de los sistemas que aumentan su capacidad para prosperar como resultado de los shocks y pone un ejemplo bastante sencillo; nuestro propio sistema inmunológico, cuando se expone a bacterias y gérmenes, no solo resiste la enfermedad sino que se adapta y se fortalece, o sea que las adversidades se convierten en nuestras amigas como parte inevitable de la vida, no solamente es soportarlas como algo negativo, sino convertirlas en verdaderas oportunidades, y nos dicen ¿Cómo es esto posible si la adversidad es algo que no nos gusta?

No nos gusta y a nadie le va a gustar jamás la adversidad, también es verdad, que bien aprovechada, bien canalizada, puede hacer de nosotros seres con mayor capacidad para ser felices.
 
Y nos pone un ejemplo el doctor, el del australiano Nick Vujicic que nació sin brazos ni piernas y de niño se quiso suicidar y hoy por hoy es un hombre que lleva una vida normal, es casado y se dedica a ser conferencista internacional para jóvenes cuando lo ven llegar y se sube un bultito a una mesa para poderle hablar al público y les dice a los jóvenes: “Gracias a ser lo que soy, gracias a lo que me pasó, hoy puedo ser este conferencista motivacional, yo no me cambiaría por nadie”, lo dice un hombre que no tiene extremidades: “soy tremendamente feliz” y lo dice de manera auténtica, claro que los jóvenes ven eso y se quedan con los ojos de plato, es impresionante que una persona que con ese concepto de la felicidad y el éxito que tenemos en esas condiciones se declare feliz.
 
Cuando en contraste, vemos a otros que en todo les ha ido bien, que han tenido todos los recursos, que tuvieron buena educación, que tuvieron una familia amorosa y que viven deprimidos ¿Qué es lo que hay detrás de unos y de otros?

Es lo que este autor llama antifragilidad a esa capacidad de reponerse a la fragilidad y que usa esa palabra porque dice que de todos los idiomas que él buscó una palabra que fuera un antónimo de la fragilidad y dice que fortaleza no, porque la fortaleza solo es mantenerte con las cosas, algo que sea exactamente lo contrario a esa capacidad de ser herido ¿Qué es?

Pues no existe y entonces inventa la palabra antifrágil, ser antifrágil es no solo resistir, es prosperar ante las dificultades, enfrentar las adversidades como una parte inevitable de la vida y que si se maneja correctamente puede conducir al crecimiento y finalmente a la felicidad.
 
Ser antifrágil ¿Qué es eso? Pues no es lo mismo que ser débil (continúa el doctor Lozano):

“La cultura actual parecería tender a eso, no existe como tal porque la felicidad es un desarrollo en cada persona de maneras distintas, pero si volteamos a ver en los últimos años, sobre todo en la historia contemporánea, revisamos la publicidad, revisamos qué nos dice la cultura sobre quiénes son las personas felices y son -según- a los que en todo les va bien, tienen éxito económico, tienen éxito en lo profesional, la vida como se dice en el pueblo, les da ‘todo rodado’, les va en todo bien, sin ninguna contrariedad.
Sabemos que eso no existe y ese es el gran tema, una de las cosas que les pasa a muchas personas es que, esperando esa felicidad, que nunca llega, tienen frustración. Decía mi madre: hijo la felicidad completa no existe.
No existe la felicidad como tal porque todos estamos llenos de contrariedades, el dolor, el tener pérdidas en la vida, el pasar momentos difíciles es absolutamente inevitable y eso tenemos que entenderlo más en un panorama como el actual, un panorama tan lleno de cuestiones que se nos han ido un poco de las manos, cuestiones tanto en la humanidad, enfermedades, pandemias, pérdidas de nuestros seres queridos, noticias que a veces pueden no causarnos ninguna alegría, la misma realidad.
La realidad se ha deteriorado mucho, y eso a las personas nos produce dolor, hay que decirlo, el dolor es inevitable lo que es opcional es lo que nosotros hagamos con ese dolor, si nosotros sufrimos o no sufrimos y como nos mantenemos.
 
Ante toda esta situación se habla de nuestra vulnerabilidad o fragilidad que son sinónimos ¿Qué es eso según el diccionario?
La capacidad de ser heridos, la posibilidad de ser lastimados, pero en la realidad eso es ser frágil, que no es lo mismo que ser débil, ser débil es la incapacidad de levantarte frente una caída, ser débil, es la incapacidad de enfrentarte a los desafíos que te impone tu propia existencia.
Yo a veces pongo el ejemplo para diferenciarlo: frágiles eran los médicos que en el año 2020 estaban en la primera línea atendiendo la pandemia en México, muchos murieron, frágiles, eran absolutamente frágiles, totalmente vulnerables, pero no podemos decir que eran débiles, todo lo contrario, estaban ahí al pie de la cama de los enfermos.
Entonces el punto es cómo enfrentar el dolor de la vida”.

 
Y tiene absolutamente toda la razón el doctor Lozano, los doctores en la pandemia fueron unos verdaderos héroes que el gobierno mexicano ya ha olvidado, pues se enfrentaron, con todo arrojo y valor, a una enfermedad desconocida y cambiaron su propia vida a la de sus pacientes, México fue el país con más muertes de médicos, enfermeros y enfermeras (Por cierto, muchas felicidades a todos ellos pues este sábado pasado se conmemoró du día) durante la pandemia y eso ¡jamás! debemos olvidarlo.
 
Por todo lo anteriormente expuesto, los conmino a ser personas siempre resilientes, enfrentarse al dolor, la enfermedad o los problemas, con la absoluta seguridad, que todo ello, nos harán ser fuertes y alcanzar, finalmente… la felicidad plena.
 
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