OMISIÓNES CRIMINALES

Luis Antonio Pérez Fraga
 
¿Cuántas veces no hemos escuchado en el radio un aviso de capitanía del puerto o de protección civil que comienza diciendo?: “Atención marinos, guarda faros y pescadores, este es el pronóstico del tiempo para las próximas 24 horas”.

Por lo regular, es cuando se prohíbe la navegación menor en nuestras costas veracruzanas.

Para no ir muy lejos, apenas el día último de octubre así se emitió esta recomendación en todas las estaciones de radio, en el internet, así como en muchos medios de comunicación:

 “La Capitanía de Puerto de Veracruz informa que permanecerán cerradas las bahías Norte y Sur a la navegación menor y mayor la mañana de este miércoles 1 de noviembre por las potentes rachas del evento del norte de 82.80 km/h registradas al momento a consecuencia del paso del frente frío 8 en la entidad.

¿También cuantas veces no hemos visto aquí en nuestra ciudad de Veracruz, que es un puerto? que todos los pescadores sacan sus lanchas al boulevard en la zona del acuario viejo y lo mismo en el club de yates, ya sea que se los llevan a un refugio seguro en tierra cuando se avecina un norte con mucha más razón un ciclón o un huracán. 
 
Hoy estamos viendo con incredulidad y sorpresa en Acapulco, que los mayores daños y víctimas fueron las que acontecieron a los hombres del mar, pues existen muchos desaparecidos, hemos visto historias de gente buscando a sus familiares que se encontraban como capitanes en lanchas, o tripulaciones en grandes embarcaciones de recreo como es el caso de 20 personas desaparecidas en un gran bote que ofrece fiestas en el puerto (el ACA REY).

Una señora anda desesperada en busca de su hermana y declaró que perdió contacto con ella a las 12:30 de la noche de ese fatídico martes; “Me dijo que está anclada ahí en la base naval y que me cuidara mucho porque ella estaba con mucho miedo, que había olas de dos metros y estaba corriendo un aire horrible, ellos quedaron anclados ahí en la base naval y de ahí ya perdimos comunicación, supimos que mandó S.O.S. Toda la tripulación pidiendo auxilio”. 
 
Fue una destrucción terrible la que provocó el huracán a todas las lanchas y yates anclados en la Bahía de Santa Lucía que es una de las más profundas de la República mexicana en Acapulco, los yates y lanchas, por lo regular, cuando viene un mal tiempo se van a guarecer ahí, y así lo hicieron muchas de las 480 embarcaciones que pernoctan diariamente entre privadas, públicas y turísticas en Acapulco.

Lo raro está, en que nadie sabía lo que les esperaba, no es posible que tanta gente estuviera en sus embarcaciones a las 12 de la noche, de haber sabido que se avecinaba tan mal tiempo, y más un huracán categoría 5 ¡JAMÁS! estaría nadie en sus embarcaciones mayores o menores en el agua; acabaron lancha sobre lancha, yate sobre yate, embarcaciones a media costera que el aire aventó… una de dos; o fueron muy tercos y valemadristas, o en verdad… nadie les avisó.
 
Absolutamente ¡nadie! está diciendo que la culpa de la devastación de Acapulco es del gobierno, pues es un fenómeno natural que se desarrolló en 32 horas desde el primer anuncio del meteorológico de Miami, así como del Meteorológico Nacional.

El primer aviso de que era ya considerado un huracán se dio 22 horas antes de que el presidente de la República emitiera un tweet a las 8:25 p.m. 4 horas y 5 minutos antes de que el huracán devastara Acapulco, y la crítica se centra, no en el hecho de la devastación del huracán sino en el antes y el después; antes, porque pasaron 22 horas en que ya ambos meteorológicos habían alertado de que el huracán era categoría 1, a las tres horas categoría 2, a las siguientes tres a categoría 3, y aproximadamente de seis a siete horas antes, los meteorológicos nacionales e internacionales, alertaron que ya era un huracán categoría 4 con consecuencias ¡catastróficas! y ahí era cuando el gobierno federal debió haber interrumpido la programación en todos los canales nacionales de televisión, para advertir a todos los pobladores, turistas y marineros de Acapulco, que tenían que evacuar la ciudad por el tamaño del daño que se avecinaba, así como también el Gobierno del Estado.

Esto no sucedió, y esa es la primera crítica al antes, ya que no se alertó a la población.

Se estima, por las propias autoridades, qué hay 53 embarcaciones bajo el agua (algunos dicen más de 100) no se sabe cuántos cuerpos haya en ellas, lo que sí, es que hay 20 muertos y 37 del total de 56 desaparecidos (solo del mar) y en caso de no haber avisado a los marinos y pescadores que se avecinaba este huracán con esa furia, se estaría incurriendo en una ¡OMISIÓN CRIMINAL!, ya que, de haberlo sabido con esa antelación, mínimo hubieran rescatado sus lanchas… máxime sus vidas. 
 
La segunda omisión, es posterior al fenómeno meteorológico, ya que mañana martes se cumplen dos semanas de haber ocurrido el huracán, y aún existen colonias llenas de lodo, carros volteados en la periferia, escasez de agua y alimentos, así como enfermedades diversas derivadas de la falta de medicamentos y hospitales trabajando, es ¡increíble creer! que el viernes pasado se aprobó por parte de los diputados el dictamen del presupuesto para ejercer en 2024 y no se haya destinado ¡un solo peso del presupuesto para la reconstrucción de Acapulco. ¡Nunca vimos a la Directora Nacional de Protección Civil atendiendo la emergencia! cuando por lo regular, son los primeros en llegar a coordinar este tipo de desgracias.

En el caso de México, tenemos en nuestro país a una señora que jamás había tenido experiencia en el área de protección civil y tal vez en ello se explique su terrible omisión, se llama: Laura Velázquez Alzúa, y es la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil pero no cuenta con experiencia alguna en el área, tomó el cargo el 16 de agosto del 2020, sin embargo sin antecedentes profesionales para dirigir la dependencia que tienen el objetivo de ofrecer prevención, auxilio y recuperación frente a los desastres.

La trayectoria de la funcionaria no incluye cargos que estén relacionados con la protección civil.

Los únicos cargos que ocupó Laura Velázquez relacionados con la vida pública son: Coordinadora de la Casa Cultural Azcapotzalco en 1997. Jefa de la Unidad departamental del Instituto de la Mujeres en 2000, jefa Delegacional de Azcapotzalco en 2003, titular de la Secretaría de Desarrollo Económico del Distrito Federal en 2006 y directora general de Laboratorio de Biológicos y Reactivos de México en 2020. 
 
El que fuera una experta en el área era de vital importancia para el país ya que la experiencia es fundamental en esa profesión, pues la protección civil consiste en salvaguardar la integridad física de las personas ante la eventualidad de un desastre provocado por agentes naturales o humanos a través de acciones que reduzcan o eliminen la pérdida de vidas humanas, la destrucción de bienes materiales y el daño a la naturaleza.

Y era la responsable de haber advertido al presidente de la gravedad del fenómeno, al menos 9 horas antes en que ya se había pronosticado como devastador, ya que su trabajo consiste en la organización y coordinación de las dependencias, organismos, personas, acciones y recursos, con base en la identificación de riesgos, disponibilidad de recursos materiales y humanos, preparación de la comunidad y capacidad de respuesta local… absolutamente nada de eso hizo.

Por supuesto que las responsables directas por indolencia o negligencia, son la directora de protección civil y la gobernadora de Guerrero que no supieron proteger a todo ese icónico puerto turístico internacional y a todos sus moradores.

Desgraciadamente, en Acapulco estuvieron, en absoluta “desprotección civil” por la inexperiencia y omisión, de las actoras principales… de brindar.

P.D.- Lo bueno, es el plan que el viernes anunció el presidente con una inversión inicial inmediata de 3,800 millones de dólares, que no serán suficientes pero lo importante es que ya inició la reconstrucción.

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