Eduardo Sadot

La candidata oficialista es Claudia Sheinbaum, la candidata de la oposición Xóchitl Gálvez, las dos mujeres, lo que significa que es un hecho que la próxima presidente de México será una mujer, ambas universitarias egresadas de la UNAM. Una – Claudia – con estudios de doctorado en Biología – otra, Xóchitl con estudios de licenciatura en Ingeniería, especializada laboralmente en robótica, inteligencia artificial, edificios inteligentes y optimización de energía.

Claudia ha participado en diversos grupos científicos, Xóchitl fue convocada por la reunión de Davós por su desarrollo profesional. Claudia incursiono en política por su esposo Carlos Imaz. Xóchitl fue detectada e invitada por un equipo de caza-talentos para el gobierno de Fox. Claudia participó en el movimiento estudiantil CEU y Xóchitl se dedicó a fundar y crecer su propia empresa.

Por razones obvias ahora que la Junta de Gobierno ha comenzado el proceso de selección del próximo rector de la UNAM, es previsible que Claudia Sheinbaum tendrá una intensa injerencia en el proceso de nombramiento de la máxima casa de estudios, cabeza que ofrecería como un logro de campaña al jefe de MORENA, un sacrificio que ofrecería en tributo a la 4T, para frenar el desarrollo de la UNAM e impulsar el proyecto de educación superior del presidente obrador de la universidad del Bienestar, que riñe con el criterio de excelencia de la UNAM. Pero también la candidata de MORENA contempla como refugio y exilio en el caso de perder la presidencia, atrincherarse en la UNAM – donde por cierto ya tiene oficinas encubiertas, por la zona del museo Universum, desde donde operan y, pueden desde ahí operar a la resistencia de MORENA en caso de perder la presidencia. El tema es si los miembros de la junta de gobierno y los universitarios lo permitirán.

El ejemplo de la Junta de gobierno desde su fundación, establecida en la ley orgánica de 1945, se ha consolidado como la mejor fórmula que garantiza la excelencia y ha significado una barrera al populismo y la corrupción de cualquier proceso electorero, que bajo el disfraz de “democracia” organizaciones de interés estructuradas, pudieran aprovechar la oportunidad organizativa para imponer a algún candidato para ocupar cargos de dirección o rector en la UNAM.

Xóchitl Gálvez poco o nada vinculada a la política de la UNAM no tiene el mayor interés de intervenir en el proceso de selección del próximo rector, porque su labor ha sido siempre fuera de la UNAM. No así Sheinbaum que su origen ha estado en movimientos estudiantiles, particularmente uno de los candidatos Imanol Ordorica fue líder del CEU junto con su esposo Carlos Imas, cuando ella solo era comparsa de su esposo.

La junta de gobierno también estará pasando por la prueba del ácido. No obstante que su composición es plural y son quince, entre ellos están algunos incondicionales del presidente obrador y Sheinbaum – que al final son lo mismo – como es el caso del hermano de la dueña del periódico la Jornada, la principal proveedora de la presidencia, pero analizaremos en otra colaboración la composición de la Junta de Gobierno y su proclividad o antipatía hacia los eventuales candidatos a rector y desde luego con MORENA.

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