LAS Y LOS

Por Sergio González Levet

Hay una forma de expresión que está muy extendida entre los grupos feministas y entre los funcionarios que quieren quedar bien con aquéllas y dizque con el lenguaje incluyente.

La dicen y la escriben muy orondos los consejeros y redactores de documentos del INE y de los OPLE, las diputadas y los diputados, las senadoras y los senadores, las secretarias y los secretarios del gabinete federal, los gobernadores y hasta la Presidenta con a.

La elocución se circunscribe a emitir los artículos determinados femenino y masculino plural junto con el sustantivo masculino plural.

Es decir, en cristiano, que es enunciar: “las y los”.

Por ejemplo: “las y los mexicanos”, “las y los diputados”, “las y los jueces”, etc.

Es chistoso que quien puso de moda esa forma fue el presidente Vicente Fox Quezada, y la repiten sin cesar, y sin dar crédito al impulsor, hasta los más frenéticos seguidores de la Cuarta Transformación, pisos primero y segundo.

Seguro el Patriarca no se dio cuenta de este detallito, si no ya hubiera mandado la orden secreta de que nadie más la pronunciara, tan adicto que es a lanzar ukases a la menor provocación.

Pero resulta que esa forma de expresión que pretende ser incluyente es totalmente excluyente y discriminadora.

Veamos: las feministas más empecinadas dicen que al anteponer el articulo femenino en ese caso se visibiliza a la mujer.

Nada más erróneo, y lo voy a tratar de explicar con claridad.

  1. La frase “las y los ciudadanos” está compuesta de un artículo femenino plural (las), una conjunción (y), un artículo masculino plural (los) y un sustantivo masculino (ciudadanos). Eso quiere decir que ¡se omitió el sustantivo femenino! La frase incluyente debería ser: “Las ciudadanas y los ciudadanos”. Al quitar el femenino, ¡se está invisibilizando a las mujeres!
  2. En todo caso, si se quiere destacar al género femenino se podría expresar el enunciado de manera que el sustantivo omitido sea el masculino: “los y las ciudadanas”. ¿Verdad que suena un poco raro? Es porque la regla general del español es que en un conjunto mixto se tome el masculino como el que engloba a ambos géneros.

El problema con el manejo del lenguaje incluyente es que lo han propuesto feministas y políticos, y falta que entren los lingüistas a dar una opinión profesional, pero al parecer las reglas gramaticales no son políticamente correctas para quienes encabezan los movimientos de reivindicación de la mujer.

sglevet@gmail.com