Por Andrés Timoteo
NUBARRONES DE MIEDO
Los bajaron y de a sentón. Zoe Robledo, director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) fue el primero en ser aquietado en sus ansias por presentarse a las elecciones de Chiapas el año que entra. El mismo presidente Andrés Manuel López Obrador lo obligó a desistir de su proyecto para gobernar aquella entidad.
Luego vino el turno de Octavio Romero quien pretendía postularse en Tabasco. Los dos tenían ya promociones avanzadas en sus entidades y ambos, a pesar de presumir las querencias de López Obrador, fueron obligados a replegarse y permanecer en el gabinete hasta el final del sexenio. En Veracruz esos dos anclajes resonaron fuerte, aunque más el segundo.
Si lo de Chiapas causó estupor en la secretaria de Energía Rocío Nahle y sus matraqueros aldeanos, lo de Romero Oropeza de plano los puso a titiritar de temor por ser una suerte de aviso más próximo para zacatecana que podría ser obligada a quedarse hasta que concluya el sexenio y poner fin a sus sueños de competir por la gubernatura, aunque no sea veracruzana.
El asunto no es menor porque si a Robledo y Romero, que son mucho más cercanos al tabasqueño que ella y con menos incumplimientos en sus encomiendas fueron tumbados de la locomotora electoral, la zacatecana está con menos blindaje debido a que no ha cumplido con el proyecto de la refinería Dos Bocas.
De la factoría no sale un solo litro de combustible sin contar con que duplicó su costo. Un primer castigo por tal fracaso ya se lo llevó el director de Pemex, pero la siguiente podría ser Nahle, la encargada formal de la obra. Por eso los nahlistas-cuitlahuistas tiemblan de miedo.
Por si fuera poco hay la versión de que la 'poda' electoral de Octavio Romero fue a petición del exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, gobernador con licencia de esa misma entidad quien va a controlar la sucesión en Tabasco y que habría maniobrado para eliminar de la competencia interna al funcionario.
Y si le ganó la partida a él, lo mismo puede hacer con la zacatecana Nahle para obtener el control político de Veracruz a través del diputado minanteco, Sergio Gutiérrez Luna.
También se ha dicho que la caída de Robledo en Chiapas fue exigida por López Hernández pues ahí su cuñado Rutilio Escandón es el gobernante en funciones y busca heredar el cargo a su secretario de Salud, Manuel Cruz Castellanos.
Este funcionario es amigo de años de los Hernández y en especial de Rosalinda López Hernández, administradora general de Auditoría Fiscal Federal, hermana del exsecretario de Gobernación y primera dama de Chiapas.
Sin embargo, algunos consideran que a los López Hernández les ganarán la candidatura el grupo que controla el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) pues el presidente cederá a que un militante de ese instituto, que irá en alianza con Morena en el 2024, sea el abanderado.
Se habla del diputado federal Luis Armando Melgar como el más aventajado en las encuestas y las negociaciones.
Y sí Adán Augusto López no tiene Chiapas entonces le concederán imponer los candidatos en Tabasco y Veracruz, de acuerdo con la especie. Por cierto, también hay un paralelismo chungo en esta comedia: Zoe Robledo repetía la cantaleta: "Mi destino es Chiapas" hasta que lo paró en seco el caudillo y ahora su destino es quedare en el gabinete para componer el tiradero en el IMSS.
La zacatecana Rocío Nahle igualmente mastica la coplilla: "Mi destino es Veracruz" pero a como soplan los vientos su destino sería permanecer encerrada en Paraíso, Tabasco, hasta que termine la chamba que le encargaron.
Sendos nubarrones de incertidumbre y pavor para Cuitláhuac García y sus huestes que le apuestan a la impunidad transexenal imponiendo a una 'cachirula'.
CON TOQUE DUARTISTA
Los símbolos también retumban.
En el cierre regional de precampaña que el domingo hará en la capital del estado Claudia Sheinbaum estará presente -aunque no físicamente- el exgobernador Javier Duarte pues una de sus obras sexenales, el Velódromo de Jalapa, servirá de escenario a la 'corcholata' morenista. Así, el evento tendrá un toque del morador del Reclusorio Norte.
Y como en política no hay casualidades sino afinidades, hay que remontarse hasta el 2018 cuando el propio López Obrador hizo su cierre regional en Veracruz y los organizadores locales -entiéndase Cuitláhuac García y compañía- escogieron al estadio Luis "El Pirata" de la Fuente que les facilitó otro duartista, Fidel Kuri quien entonces lo tenía en consignación.
Caprichoso es el destino pues Kuri Grajales hoy también es huésped en el Reclusorio Norte. Seguramente en el comedor o los pasillos penitenciarios se juntarán esos dos compadres a lamentarse por haber financiado a los morenistas para llegar al poder y que ahora les incumplen acuerdos y hasta les pagan con cárcel.
Nadie olvide tampoco que ese complejo además de ser un 'elefante blanco' en el que se gastaron 430 millones con el pretexto de que albergaría las competencias de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014 ha sido blanco de señalamientos de corrupción por parte de los mismos morenistas. Muchos del gabinete actual pidieron investigar el desvío de recursos que Duarte hizo con diversas obras, entre ellas el citado centro deportivo.
A finales del 2019, el Secretario de Educación Zenyazen Escobar alardeaba denuncias penales por el desvío de más de mil millones de pesos en un fideicomiso para las obras de aquella competencia deportiva y señalaba en especial al Velódromo de Jalapa al que describía como un 'nido de ratas'.
Voltereta para el boquiflojo pues el hado cumplirá sus dichos sobre los roedores y se verá el domingo cuando él y otros morenistas saturen el velódromo jalapeño para aplaudir a Sheinbaum. ¿Que las 'ratas' se juntan ahí, según Escobar? ¡Concedido por el karma político!
A propósito, al sitio le caben 3 mil 200 personas pero el cuitlahuismo ha prometido más de 20 mil asistentes para superar el último mitin de Adán Augusto López en el puerto. ¿Dónde meterán tanto acarreado?
*Envoyé depuis Paris, France.