Por Andrés Timoteo

PRIMERA CANDIDATA

Una vuelta del revés en el terreno político-electoral de México: la oposición tiene candidato presidencial antes que el oficialismo. La noche del miércoles, tras conocerse el resultado de la encuesta obligatoria, el Frente Amplio por México (FAM) se decantó por la senadora panista Xóchitl Gálvez y canceló la consulta pública programada para el domingo 3 de septiembre que era una suerte de elecciones primarias.


A pesar de las críticas sobre la ‘cargada’ de las dirigencias partidistas y no esperar la opinión en las urnas de votación, la decisión de cancelar el plebiscito dominical fue acertada porque el régimen lopezobradorista se preparaba para intervenir en esos comicios a fin de favorecer a la priista Beatriz Paredes e intentar frenar a la hidalguense Gálvez.

Desde hace días se había denunciado que militantes de Morena estaban disfrazados de promotores priistas para incidir en el ejercicio. Al suprimirlos le arrebataron al presidente Andrés Manuel López Obrador la última oportunidad de entrometerse en el proceso interno del FAM para marginar a Xóchitl Gálvez.

Horas antes azuzaba a los priistas para defender a Paredes con la frase burlona de “Beatriz aguanta, el pueblo se levanta”. No le funcionó. Lo mismo cuando buscó respaldar al panista Santiago Creel. La priista Paredes y el azul Creel eran los candidatos ideales para el régimen pues serían fáciles de derrotar por la candidata oficialista Claudia Sheinbaum.

No será lo mismo con Xóchitl Gálvez que ha puesto de cabeza sus planes. La hidalguense no solo es una rival peligrosa para Sheinbaum sino que además la puede derrotar porque encaja en el ánimo ciudadano más que en el de los dirigentes de los partidos de oposición.

Y esa misma oposición aletargada y proscrita a una derrota fue revivida por el fenómeno Gálvez tirando esa otra deducción “filosófica” del tabasqueño cuando arengaba que estaba “moralmente derrotada”. La hidalguense le inyectó ánimo y levantó la moral a pesar de la nomenclatura partidista.

Paradojas de la vida política. López Obrador adelantó los tiempos sucesorios y pretendió que su partido, Morena, tuviera en septiembre candidato presidencial que se sentara a esperar al abanderado opositor al que derrotaría, pero le ganaron el brinco y la oposición tuvo candidata antes que el partido de Estado. Ahora serán ellos los que esperarán a que se ejecute el ‘dedazo’ presidencial a favor de Sheinbaum el próximo 6 de septiembre.

El temor que López Obrador le tiene a Gálvez es tanto que también está ‘enamorando’ al Movimiento Ciudadano (MC) para que no cierren filas en torno a ella ni formalmente con una alianza plena ni informalmente con un apoyo extrapartidista.

Ya encomió a Dante Delgado por no sumarse al FAM y ya propuso al gobernador de Nuevo León, Samuel García, y al alcalde de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, como candidatos presidenciales de MC. Ni edil regiomontano ni el mandatario neoleonés ganarían en solitario, pero le restarían votos a Xóchitl Gálvez y ayudarían al triunfo del morenismo, al menos esa es la apuesta de López Obrador. Ya se verá si los naranja caen en el garlito.

En fin, ya definido el escenario de la oposición vendrán otras intentonas presidenciales para frenar a Gálvez con la maquinaria judicial apostando a una inhabilitación para que no contienda en el 2024 y se intensificarán las campañas de lodo lideradas desde la diatriba mañanera del tabasqueño.

Lo segundo será inevitable, pero lo primero tiene contención. Toca el turno a los ciudadanos para defenderla de una posible inhabilitación así como a los órganos que son contrapesos del caudillo: la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

LA MADRINA

Para aquellos que se esmeraron en halagar a la tlaxcalteca Beatriz Paredes dentro del proceso interno de la oposición y pedían que fuera la candidata presidencial hay que recordarles que la señora -apartando su condición de mujer, adulta mayor y avezada en la retórica política – es impresentable.

Representa totalmente el viejo priismo corrupto, caciquil, corporativo y simulador. Fue gobernadora de Tlaxcala donde encabezó una de las administraciones más saqueadoras. También durante años fue la líder charra de la Confederación Nacional Campesina (CNC), la que obligaba a los campesinos a votar por el tricolor a punta de pistola.

Y dirigió al PRI nacional cuando las elecciones del 2010 en Veracruz. Sí, fue la que le alzó los brazos en señal de victoria a Javier Duarte. Los veracruzanos no deben olvidar que como diputada de la 61 legislatura federal, que inició en septiembre del 2009, se erigió como la protectora y maestra de Duarte de Ochoa que en ese entonces también fue legislador por el distrito de Córdoba.

El innombrable le encargó a la tlaxcalteca tutelar a Duarte en San Lázaro durante los escasos seis meses que estuvo pues en el primer trimestre del 2010 dejó la curul para contender por la gubernatura.

Y Paredes viajó en innumerables ocasiones a Veracruz para arroparlo. Hay testimonios en fotos y videos. El colmo es que ahora hubo en la aldea quienes pedían que la madrina de Duarte fuera la candidata presidencial de la oposición. Claro, se trató de los desmemoriados, los desconocedores de la historia y los cínicos.

NO CONFIÓ EN DINAMARCA

Con el debido respeto al difunto y sus dolientes, pero es imposible no reparar en el mensaje que en sus últimas horas dio el secretario de Salud del cuitlahuismo, Gerardo Díaz, quien siendo responsable de los nosocomios público prefirió internarse – y previamente someterse a intervención quirúrgica- en un sanatorio privado de Jalapa.

No confió en los hospitales a su cargo ni en el IMSS-Bienestar donde se atiende el resto de los veracruzanos que no pueden pagar los 10 mil pesos que cuesta cada día de estancia en el Hospital Ángeles. Al extinto funcionario no le convenció el sistema público de salud similar al de Dinamarca. Vaya poderoso y desnudante recado póstumo.

*Envoyé depuis Paris, France.