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TEXTO IRREVERENTE

Los coros, las consignas, las exigencias, las acusaciones, las ironías y las burlas que el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador repitió durante 18 años de su larguísima...

Por Andrés Timoteo

‘DEDAZO’ A TOLETAZOS


Los coros, las consignas, las exigencias, las acusaciones, las ironías y las burlas que el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador repitió durante 18 años de su larguísima campaña electoral ahora se le vuelven en contra por la desastrosa elección interna del Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

El asunto resultó conforme a lo previsto: una elección cuestionada de la exjefa de Gobierno en la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. No importaron las cinco casas encuestadoras contratadas -una del gobierno y cuatro privadas – para tratar de legitimarla, no pudieron. Tampoco se cumplió el cuento de que habría unidad y se aceptaría el resultado “porque todos son hermanos” del presidente.

Todo se desbordó por la burda operación para que se cumpliera la voluntad de caudillo -entiéndase: el ‘dedazo’- a favor de Sheinbaum, al más viejo estilo del priismo en su etapa predominante, y para excluir al exsecretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard del proceso sucesorio.

Y todo se le regresa al dueño del ‘dedazo’, desde el “haiga sido como haiga sido” del 2006 hasta los adjetivos que hace una semana dirigió contra el proceso interno del Frente Amplio por México (FAM) cuando ungió a la hidalguense Xóchitl Gálvez al que definió como “una simulación, un desfigure, una decisión de las cúpulas”.

Cierto, el “haiga sido como haiga sido” no lo dijo López Obrador sino Felipe Calderón en una declaración a Televisa sobre su triunfo electoral del 2006, pero el tabasqueño la usó de argumento durante casi dos décadas para acusar que le hicieron fraude y que hubo una imposición de la oligarquía.

A Calderón también le dijo “espurio” hasta el cansancio, pero ese mismo adjetivo ahora le acomoda a Claudia Sheinbaum a quien impuso -¡oh paradoja!- “haiga sido como haiga sido”. En la operación fraudulenta para izarla hasta le echaron la policía a la gente de Marcelo Ebrard, según lo denunció el mismo excanciller. Sus representantes que ya no pudieron estar en el conteo de las boletas cruzadas durante la famosa encuesta.

Por eso los seguidores de Ebrard corearon el lema tan masticado por López Obrador durante años: ¡Voto por voto, casilla por casilla!, mientras que el defraudado sentenció que el proceso interno de Morena “ya no tiene remedio”. Con eso deslegitima el resultado y marca Sheinbaum Pardo con el sello del espuriato, igual al que le endilgaron al zarandeado Calderón en el 2006. Todo se le regresa al caudillo de labia fácil.

Cuando Marcelo Ebrard salió a la prensa a denunciar las irregularidades que apuntan a un fraude -cinco horas antes de la hora fijada para anunciar el resultado- rebasó el anuncio oficial y desprestigió el proceso. Maniobren, declaren, publiquen, hagan ‘cargada’ de gobernadores y hasta intervenga López Obrador para dar por válida dicha selección esta ya quedó manchada.

Lo fijado por Ebrard rebasó el control de palacio nacional y confirmó lo que tanto se empeñaron en disfrazar: la simulación y el ‘dedazo’ que el caudillo había dado desde hace meses.

UN COCHINERO

El ahora defraudado manifestó que quedó fuera del proceso interno de Morena. -¿Te saliste ya?, le preguntaron en diversas entrevistas. - “Si, definitivamente porque nos sacaron con la policía”, agregó al tiempo que denunció que la senadora Malú Micher, su coordinadora de precampaña, y al resto de sus representantes acreditados no los dejaron entrar al conteo.

Lo anterior porque el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, y el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional del partido, les echaron a la policía para impedirles el acceso. Los apalearon, pues. El colmo fue, como lo expuso Micher, que intentaron habilitar a falsos representantes de Ebrard para que avalaran el resultado amañado. Vaya cosa tan burda.

¿Te vas de Morena?, le cuestionaron ayer por la tarde. “Todavía no sabemos, el lunes vamos a reunirnos con el equipo y vamos a tomar una decisión”. No dijo que sí, pero tampoco lo descartó. “Me están orillando a seguir en Morena o defender lo que creo”. Y detalló los pormenores del chanchullo: anularon alrededor de 35 paquetes con papeletas de la encuesta lo que representa casi el 15 por ciento del total de opiniones.

“En el año 2012, la diferencia entre Andrés Manuel (López Obrador) y yo fue de 32 cuestionarios, entonces esa misma cantidad es la que hoy se excluye”, recordó para equiparar la estafa. Entonces, el ‘bastón de mando’ que entregará López Obrador se apestó, aunque haga la pantomima. El proceso interno de Morena fue un cochinero, nada de democracia.

Mientras tanto en la oposición se ríen del bumerán que atropella a López Obrador y a los morenistas regresándoles las ironías y burlas que hicieron sobre la selección de la candidata del FAM el fin de semana pasado.

“¡Marcelo aguanta, el pueblo se levanta!”, escribió Xóchitl Gálvez en sus redes sociales para devolverle la puya al tabasqueño. Pero la burla no fue hacía Ebrard sino para el presidente pues al excanciller le abrió las puertas de su equipo. “Acá te recibimos con el corazón, no con la fuerza (pública)”, le externó.

Y FUE LA “CORCHO-LATONA”

Más de dos horas después de lo anticipado se informó el resultado de las encuestas, aunque eso ya no fue la noticia principal pues quedó rebasado por el cuasi rompimiento de Ebrard. La confirmación de Sheinbaum pasó a segundo término.

Ah y en la conferencia de prensa para cantar los resultados los rostros de quienes le alzaron la mano a la exregenta capitalina lo dijeron todo: nada de alegría, las pocas sonrisas fueron fingidas, casi una mueca. El único que la ovacionó con el puño en alto fue Mario Delgado. La fiesta se las estropeó Ebrard. De esta manera, el ‘dedazo’ a toletazos se queda porque así lo ordenó el gran y único elector.

Por cierto, una veracruzana está en el centro del escándalo, la diputada federal y exsíndica de Jalapa Ivonne Cisneros, presidenta de la Comisión de Encuestas de Morena. Desde Veracruz salió la ‘mapacha’ a operar el chanchullo que ungió a la “corcho-latona”.

*Envoyé depuis Paris, France.