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TEXTO IRREVERENTE

¿Recuerdan los plantones que hacían los encuerados de los 400 Pueblos en Jalapa?, ¿En qué convertían las calles y plazas públicas? Literalmente en basureros a cielo abierto con carpas fastidiosas, cocinas al aire libre y defecaderos multitudinarios.

Por Andrés Timoteo

EL CUCHITRIL

¿Recuerdan los plantones que hacían los encuerados de los 400 Pueblos en Jalapa?, ¿En qué convertían las calles y plazas públicas? Literalmente en basureros a cielo abierto con carpas fastidiosas, cocinas al aire libre y defecaderos multitudinarios.

Pues en Medellín de Bravo no extrañan a las huestes del fallecido Cesar del Ángel ya que desde hace más de dos meses el parque principal está copado por extrabajadores del desaparecido Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) que hacen un reclamo tan etéreo como financieramente complicado.

Exigen que le sea retirada la concesión del agua potable al Grupo MAS y, de paso, que resuciten al viejo SAS y también al Sindicato Jose Azueta, pero en la misma petición va implícita la incoherencia pues los seguidores de Angélica Navarrete apoyaron a rabiar la extinción del SAS a pesar de que abogados laborales les advertían que les sería contraproducente.

Complotada con el duartismo, Navarrete dirigió a los sindicalistas a un abismo económico pues apenas entró en funciones el Grupo MAS sus directivos organizaron un nuevo sindicato que desplazó al José Azueta. Y entonces vino lo que siempre pasa cuando aparecen ‘sindicatos blancos’ para contrarrestar a las verdaderas organizaciones de trabajadores:

Liquidaciones masivas y deficientes, violación de los derechos y antigüedad laborales, y en algunos casos la recontratación con salarios y prestaciones de hambre. Todo eso -ojo, nadie lo olvide porque la memoria sirve para evitar engaños – lo permitió Navarrete y su cúpula que la rodeaba.

Al ver que el José Azueta desaparecía y su “liderazgo” era cuestionado, Navarrete cambió de ruta y se disfrazó de lideresa engañada. Ajá. Entonces recomenzó las denuncias públicas y luego los plantones frente a sedes de gobierno. Sin embargo, quienes estuvieron al tanto de la transacción en el 2015 juran que sí hubo beneficiados con la privatización del agua potable en la conurbación.

Entre ellos los líderes del Sindicato José Azueta. La señora, dicen, salió bien tratada por el régimen de Javier Duarte y la transnacional Odebrecht. “No se puede quejar, le fue bien”, afirma la fuente. Pero, ¿y los trabajadores?, se le cuestiona. “Pues a ellos, en su mayoría, les fue como siempre pasa en estas negociaciones, del cocol, pero Doña Angélica y su gente más cercana salieron ganones”, recalca.

¿Por qué, entonces, volver a las denuncias públicas y las protestas? Eso no tiene mucha ciencia ni ocultamiento -coinciden los consultados – pues una vez perdido lo social, queda el negocio político. Exigir para obtener algo, chantajear a los funcionarios para ganar prebendas sean en posiciones públicas o en efectivo y alquilar el movimiento con fines electorales.

Esto último sucede en Medellín de Bravo, la señora Navarrete le alquiló la protesta al diputado local Magdaleno Rosales a fin de hostigar al actual alcalde, Marcos Isleño, y que el legislador morenista tenga una causa “rentable” para posicionarse electoralmente. El tipo quiere ser presidente municipal en un futuro y para ello agarró de ‘puerquito’ a Isleño Andrade y de ‘carreta de empuje’ a los extrabajadores del SAS.

PROTESTA ALQUILADA

Pero, ¿cómo alcalde de Medellín de Bravo si el señor es de Purga o sea de Manlio Fabio Altamirano?, ¿Un purgado en lugar de un medellinense? Así es, Rosales le va a entrar a eso del ‘cachirulismo’, ya ven que a los morenistas se les da bien. Además -y es lo que verdaderamente le interesa al diputado- Medellín de Bravo tiene un presupuesto mucho más grande que Purga. ¡Y de aquí soy o aquí me pongo y nadie me quita!, parece decir el ladino Rosales.

En eso ocupa el grupo de choque que tiene Navarrete, para crear desorden en el municipio medellinense, poner en predicamento a Isleño -quien tampoco es una persona de bien – y posicionarse rumbo a comicios del 2025. Todo eso con la bandera del agua potable, aunque eso es lo que menos le interesa. La cantaleta sobre la calidad en el servicio del líquido solo es un instrumento de golpeteo político.

Así, los extrabajadores ya cumplieron 70 días en plantón frente a palacio municipal y el lugar es como los campamentos del Movimiento de los 400 Pueblos o “400 Cerdos”, como les llamaban, pues está convertido en un cuchitril. El fin de semana, el propio Rosales hizo una transmisión en la web presumiendo los trebejos que ahí tienen: hornillas, mesas, sillas, carpas, ollas mugrientas, hojas de tamales por el suelo y hasta un refrigerador.

Incluso pidió a la gente que lleven “cositas” para llenar la nevera y así alimentar a los manifestantes. Vaya calamidad para los medellinenses a quienes les ensucian su parque unos advenedizos. ¿Por qué no se llevan su cuchitril frente a las casas del edil o de los diputados que aprobaron la concesión al Grupo MAS o a las de los exalcaldes que la avalaron?, ¿Por qué afear una plaza pública y fastidiar a los ciudadanos?

Sencilla es la respuesta: manifestarse en otro lado no genera raja política. Tampoco trasladan o hacen una segunda manifestación frente al ayuntamiento de Veracruz pues Navarrete y Rosales saben que ahí no los fumarán y además promoverán el desalojo conforme a la ley. No hay borracho que coma lumbre ni valentón que le pellizque la cola al buey, dicen en el rancho.

LA PERRA BRAVA

Por apoyar la decisión del alcalde Isleño que en una sesión de cabildo aprobó la petición para quitarle el manejo del agua potable al Grupo MAS, el diputado local Fernando Arteaga casi es linchado hace unos días por la turbamulta enviada por Rosales Torres. Le vociferaron de todo al legislador -que también es otro oportunista en el tema del agua – y lo persiguieron tan pronto salió del palacio municipal.

¡Traidor, ratero, corrupto!, le mandó a gritar su camarada Magdaleno Rosales. Así se llevan en Morena donde la perra es tan brava que hasta los de casa muerde. También quedó demostrado que la protesta es rentada, lo mismo cobra por zarandear al alcalde que por apedrear a todo aquel que se atraviese en los intereses de quien la paga

*Envoyé depuis Paris, France.